Ocurrió en el año 1977, la colisión entre los dos aviones, fue en el Norte de Tenerife, fue el accidente con mayor número de victimas mortales, en la historia de la aviación, murieron, exactamente 583 personas.
Fue un vuelo tranquilo, como la calma antes de la tempestad.
¿Qué como lo se?
La respuesta es sencilla, yo estuve allí.
Sentí un enorme dolor en la pierna, más tarde me la amputarían, eso no me dolió en comparación con lo que vino después.
Observé sin poder hacer nada, como mi esposa y mis hijos, fallecían ante mis ojos, sentía la impotencia de no poderlos ayudar, me había quedado apresado en el cinturón de seguridad, como muchos otros, la mayoría cadáveres, pues la colisión con el otro avión, con el mismo destino que el nuestro, Gran Canaria, había ocurrido en el descenso hacia el aeropuerto.
Pude ver como cientos de personas, caían sin vida ante mis pupilas, yo no gritaba, como hacían muchos, me sentía vacío, había perdido a las personas que eran, la razón de levantarme por las mañanas y lo peor es que me sentía mal, por no poder llorar, solo me quedé inmóvil, sin saber que hacer, mi vida ya no tenía sentido, el dolor era insoportable y el infierno se había instalado en la Tierra, en ese mismo avión.
Nunca lo podré olvidar, todavía tengo pesadillas, con todo lo que aquel día pude ver, las muertes, la gente gritando, desconsolada o agonizante, la impotencia de los pocos que sobrevivimos al accidente y después, en el hospital, ver en los periódicos o en las demás habitaciones, a familias destrozadas.
Madres que nunca más volverían a abrazar a sus hijos o a preparar la comida de los domingos, para toda su familia, porque nada sería lo mismo.
Niños que se habían quedado huérfanos y ahora solo les quedaba el frío hogar que era un orfanato.
Gente que se había quedado sola en el mundo, al igual que yo, pensando que en un principio las que debían haber sido una vacaciones fabulosas se convirtieron en la peor de las pesadillas del hombre.
Hoy es 20 de agosto de 2008, en el aeropuerto de Barajas, a ocurrido un accidente de avión, más de 150 personas han muerto y una vez más, recordé a mi familia, lo que había sufrido al verlos así, no me hizo falta ponerme en el lugar de esas personas que vieron morir a sus seres queridos, yo ya lo he pasado.
Deseando cada noche que al día siguiente, yo también este muerto pero sin el valor suficiente, como para matarme por mi mismo.
Y sigo en la Tierra de los vivos esperando el fin de mi camino, para llegar a la Tierra de los Muertos, donde me encontraré con mis seres queridos.
Aquí ya no me queda nadie, no creo que nadie, me eche de menos.