Fue en ese momento en el que comprendí que, a pesar de las cosas que habían pasado, todo seguía igual, nada había cambiado. El tiempo y los recientes sucesos, aunque habían dejado su huella, no habían conseguido tapar la que ya estaba marcada en el fondo de todos los corazones. Entendí que harían falta muchas más pisadas para borrarla, y que aun así siempre quedaría ese pequeño recuerdo en el pensamiento de todas las personas.
Sabía que no me quedaría más remedio que quedarme alejada, estando pero sin estar, dejándome llevar... Vivir el día y evitar hacerme escuchar, pero sin dejar de aparecer... Aunque tambiín sabía que no lo conseguiría y tendría que volver a darme cuenta de todo esto.
A partir de ese intante me di cuenta de que hay sentimientos, que por mucho que se intenten apartar o por muchas cosas que pasen, no se alejan y siempre regresan en el momemto menos oportuno; y que las personas, en el fondo, no pueden cambiar. Pueden ponerse una máscara y ocultar su verdadero ser, pero nunca dejar de ser ellos para ser otros.
