Por un segundo de supuesta felicidad, mil años de agonía.
Ése es el precio que debemos pagar los humanos; la felicidad no existe, simplemente es el nombre que le damos a nuestra particular utopía.
Muy bonita tu meditación sobre la felicidad, yo siento que es universal y elusiva, capaz de dispersar pesares, pero lo que más me encanta de ella es que gira sin parar y esto no lo puede hacer la belleza.
Bonita meditación!
Un saludo cordial,
19/03/10 04:03