El amor hoy en día es un sentimiento que se usa de manera frívola y descuidada. Se impone en la religión como algo que pudiera ser creado a partir de la voluntad.Estas personas manifiestan el amor de una forma artificial, a diferencia del odio que profesan a los que son diferentes a ellos. Ese odio es puro y original, no tiene razón ni lógica, no tiene reglas ni fundamentos, ellos odian desde las cosas más insignificantes hasta las más magnificas. Odian sin importar el género, raza, color. A veces odian cosas que no entienden por completo, pero lo odian con una franqueza que deja frio a cualquiera que no entienda la raíz de sus pensamientos. No esconden ese odio ante los demás, al contrario, se aseguran que la sociedad sepa que ellos sienten aversión por tal o cual cosa, sin dejar dudas de que sus sentimientos son irrefutables e inamovibles. Pueden escuchar tu opinión, y ese argumento puede o no cambiar su perspectiva, pero difícilmente podrán cambiar el odio que sienten.
A ti como persona te pueden odiar por tu orientación sexual, tus gustos por cualquier clase de arte, la manera en la que vives tu sexualidad, el método en el que escojas expresar tu individualidad mediante tu cuerpo o la estilización de este. Hasta te pueden odiar por creer en una religión que tenga los mismos orígenes que su propia religión, pero que según su punto de vista, no es el correcto, ni ese, ni los otros miles existentes.
Odian sin arrepentimiento, odian con fervor y sin reflexión, y ese es un sentimiento puro. Que diferente sería nuestro andar por este camino si ese sentimiento de odio fuera remplazado por amor. Si fuera remplazado por un amor igual de puro, igual de simple, igual de imparcial y de generoso.
Amor, una palabra que puedes ser interpretada de las maneras más deliciosas, más divinas y eternas. La verdadera divinidad, la que nos une a los demás, la que nos une al universo. Ese lazo que te ata a una persona, siendo capaces de entender que todos somos uno.
El miedo y el odio tienen el mismo origen, y el amor es su contraparte. El amor puede remplazar todos estos sentimientos, o por lo menos en eso es en que lo deseo creer. El temor a un obscuro ataúd, el miedo al vacío absoluto, el miedo hacia lo desconocido, aferrarnos hacia aquellos que se van y el miedo a enfrentar el mañana, todo eso ha sido usado en nuestra contra, como sociedad, para manipularnos y crear en nosotros una fuente de la cual solo puede emanar miedo y odio.
Así pues, yo decido enfrentar la vida con amor, cediendo mis creencias ante el mi propio bienestar y el de los demás. Recodar que ese lazo, que me une a todo lo demás, es lo más importante que existe, y que conservarlo y nutrirlo me hace feliz a mí y a los que me rodean. Porque la empatía por todos los demás seres vivos, y la consideración para con sus vidas, es la única manera de alcanzar la verdadera divinidad.
El amor vence todo? Puede ser .
Me gusto tu texto saludos