Cuando entró aquella Venus magnífica, mi lóbrego despacho se redujo a su mínima expresión.
Precavido, me agarré a la estantería de la pared del fondo para no ser succionado por sus
inconcebible...
Ay siempre me pasa a mi.
Doy mi vida y me la vuelven pedacitos.
A mi alma me la tienen de cuadritos.
El amor no es para mi,
Nunca puedo ser feliz,
Se porta esquivo conmigo.
Por un hombre yo di...
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