Y el mar auya con su voz vacía, esculpiendo su rostro por la pena de sueños que insisten como anzuelos relucientes, en medio de la confundida soledad Ingravida, me bebo el humo de los sueñ...

En el silencio entrecortado de la noche el vértigo me llega y me demoro ingrávida, liberada, como diosa del alba para rozar lo efímero del pecado en el aire pensado de tus besos. Serpenteando...

Sensaciones inciertas en depresivas imágenes Que al paso de tu recuerdo recrean dolores de antaño Sabores amargos dejan en mi mente tus labios Y la piel, insensibles ratos de pasión en retroceso ...