No pude ser la voz que llenara tus oídos;
fui viento, ferocidad, fulgor y miedo.
Pero, las voces persisten más allá del silencio
y seguí amándote en la vanidad
del fuego de cualquier noche.
De ti...
Tanto cielo han contemplado tus ojos,
sombríos de horizones plomizos,
de sol subordinado
a la ligera rebelión de tu sangre.
Esfuman lágrimas tus párpados
que entre falsas verdades
se rec...
Cuando me dejas acariciar tus manos, soy yo quien pide más, o calla y mira. De frente abandonas el
miedo y callas porque es tu modo de decir. Nunca tendré esos momentos. ¿Recuerdas? Tu risa al
ponerte...
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