La rosa desnuda llegó a la casa de la sierra bajo mi brazo, fresca y herida, como recién hurtada en
la primavera de un jardín evocado; junto al pan caliente, aderezándolo con su beso de sangre.
¿...
Toma mi alma y calla mi cuerpo,
déjame caer al infinito ventor de tu aliento.
Tu vientre pulcro y verde
me hace sentir fresco en el ardor.
No me detiene el nada ni el todo
y vuelvo al rugido,
t...
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