Ese chico era perfecto, llevaba vaqueros y una camisa negra metida por dentro de los pantalones jugaba con el vaso entre sus manos y recogía con sus dedos largos algunos mechones de pelo que caían por su rostro. Su pelo era negro e iba a juego con su piel bronceada y sus ojos miel. Me quede petrificada mirándolo como si hubiera visto un ángel.

-¿Quieres otra copa?- me pregunto apuntando con su dedo indice las bebidas que habían sobre una mesa de madera bastante grande y muy antigua que tenía Richard en el salón.
-Por...por..su..puesto..-dije trabando las palabras, ya que mi respiración iba demasiado rápida creia que se me iba a salir el corazón del pecho.

Fuimos hacia la gran mesa de madera y allí con sus grandes manos cogió dos vasos y los llenó del ponche que Richard había preparado, cogió el mio y me lo decio con mucha delicadeza regalándome una gran sonrisa que se dibujaba en su cara. Me sentía como una niña de quince años, me acordé de Peter y su moto, Peter fue el primer novio que tuve. Paseábamos todas las tardes en su moto a escondidas de mis padres y nos perdíamos por las afueras de Madrid. Deje a Peter porque crecí y madure y el aunque crecía conmigo no era lo suficiente maduro para mi. Y yo creí haber madurado hasta que me pusieron este ángel delante que me hacía ser tan niña ... es tan guapo, no paraba de decirme mi conciencia.

Me sacó a bailar en el pequeño pero acogedor salón de Richard, creía que me perdía. Me perdía con el. Me encantaban los hombres que bailan y que se sentían tan a gusto consigo mismo, tan seguros y risueños el tenia todas esas cualidades. Mientras me apretaba y me incitaba a ir hacia el la música tenia varias tonalidades iba rápido y a la vez lento y yo estaba apunto de derrumbarme hacia el suelo. Me llevaba hacia el con sus manos sobre mi cintura el bajaba sus manos sobre mi trasero y bajaba hacia mis piernas haciendo que mi respiración fuera cada vez más deprisa. No sabía que estaba haciendo y de repente mi conciencia...¿Que haces Carolina,tu nunca has sido chica fácil?. No es tiempo de cambiar tu forma de pensar.. pero no podía el era maravilloso y yo solo una chica inexperta que me dejaba llevar por sus manos.


-Buenos días Carolina-me dijo Richard a la mañana siguiente con una gran sonrisa. Estaba sentado sobre mi cama con una bandeja con mi desayuno. ¡Mi desayuno!, puse los ojos en blanco, este chico es un tesoro lo tiene todo.-Vamos Carolina hoy tenemos muchas cosas que hacer, cuando desayunes baja.- se fue con una sonrisa antes de que me diera tiempo a decir nada.

Me tome el desayuno a prisa me puse mi bata cutre. Si cutre tal vez todo lo que me ponía me parecía cutre, no sabia vestir como aquellas chicas que sabia combinar la ropa. Mi madre siempre intentaba llevarme de tiendas y comprarme los mejores vestidos para que pareciera una chica mas. Pero en verdad yo no quería ser una chica mas quería ser yo misma con mi ropa mi pelo despeinado y mis converse. Baje por esas escaleras las cuales me resultaban peligrosas ya que mi cabeza no paraba de dar vueltas por anoche..anoche ...¿Que hice anoche?.

-Bailas muy bien, Carolina.- me dijo Richard cuando estaba apunto de bajar el ultimo escalón de las peligrosas escaleras.-Gracias, supongo que fue el alcohol.. no suelo bailar.-le dije poniendo los ojos en blanco.-No seas tonta, preparate que vamos a ir con Connor y Adele a comprar piezas para nuestro local, seras nuestra nueva camarera.-dijo sacándome la lengua.¿Nueva que..?¿Camarera?.. espero que estuviera de broma debido a mi gran torpeza pero sabia perfectamente que no era broma. Richard estaba reformando un viejo local que su padre le cedió cuando murió y lo bautizo con el nombre de Pub´s Island.


5
Iba en el asiento del copiloto revolviéndome en el asiento, pues iba a ver a Connor. ¿Pensaría que era fácil?. Mi pelo rojizo se alborotaba con el aire que le iba dando en el descapotable rojo de Richard. Richard tenia bastantes comodidades, cuando su padre murió el se quedo con su madre y con todas las ganancias de este. Pero debió de sufrir mucho ya que tenia bastantes fotos por el departamento donde salían los dos. Eso me hizo pensar en mis padres, habían pasado días pero los echaba bastante de menos creía que nunca podría haber dicho eso.

Cuando llegamos a la puerta del local alli nos estaban esperando Adele y Connor. Me quería morir de la vergüenza,¿ Que habría hecho o dicho?. Adele me recibió con una sonrisa.-Hola, Carolina menos mal que te conozco todo el mundo habla de ti.-me dijo dándome un abrazo, Adele se veía una chica muy simpática y guapa, creo que hasta me dieron celos de verla con Connor ya que su pelo era rubio como la ortiga y sus ojos eran verdes claros y no hablemos de su cuerpo lleno de curvas.. lo que a mi me faltaba. Era la chica que a mi madre le hubiera gustado crear en mi . Me sentí incomoda ya que ella vestía con un vestido negro y unos tacones de aguja y yo solo iba con mis vaqueros levi´s, una camiseta blanca compañera a las converse y como siempre mi pelo rojizo alborotado hacia un lado.

-Creo que te voy a robar un momento a tu camarera.- dijo Connor guiñando a Richard.-Richard yo quiero.. qui..ero ayudarte.-dije casi estupefacta y con los ojos en blanco.-Vaya pena.-dijo Connor mirando hacia el suelo.
-Claro llevatela, Adele y yo nos encargaremos de todo.-¿ Llevatela?...¿ Que soy un mueble? En verdad en ese momento me daba igual las palabras que había calificado refiriéndose a mi, solo me importaba y me atemorizaba quedarme sola con Connor debido a lo que paso o dije esa noche.


Camine con Connor por las grandes calles de New York sin poder pensar en otra cosa. Nuestra conversación se iba agrandado a medida que iba pasando el tiempo hablábamos de nuestro futuro de lo que queríamos hacer, aunque ese camino, él, estuviera tan perdido. Era un chico trotamundos que no estaba estable en ningún sitio ni con nadie, intente interesarme por su mundo amoroso pero lo esquivaba con preguntas de otro tema completamente diferente a ese.

-Mañana viajó a Texas debido a la empresa de mi padre.-me dijo mirándome fijamente a los labios.-Pero que te parece si..¿ quedamos la semana que viene por la noche para llevarte a mi sitio secreto?.-me dijo sujetándome la mano por la muñeca.-Claro me parece bien..- le dije sin pensar aunque mi cabeza ya estaba pensando demasiado..¿Por la noche?..¿ sitio favorito?..
-Aunque no deberías aceptar una propuesta de un chico como yo.-en ese instante se humedeció los labios.¿ Que? ¿Que quiere decir con eso?.. me apoyé sobre un escalón de una de las miles de las casas que ocupaban una calle en time square de Manhattan, esta zona esta formada por manzanas que constituye la parte comercial de Manhattan me encanta esa zona aunque tenia que proporcionarme un coche para venir hasta aquí.

-Eres preciosa.-me dijo acercándose demasiado a mi hasta que yo sentí su respiración sobre mis labios, sus manos rodeaban mi cintura y mi cuerpo estaba contra el suyo. Pero mi conciencia me decía que no debía, así que le aparte dándole un empujón y quizás hice mal o lo hice demasiado bien. Es uno de esos momentos en los que crees que nunca más vas a volver a ver a esa persona, en los que piensas que a lo mejor es un error o piensas que esta bien porque el destino lo ha querido así. Pero eres tan imbécil de no pensar en que ese acto esa salida pidiendo auxilio fue por algo pero cuando ya has perdido el sentido y la cabeza siempre vuelves.. vuelves a por él sin darle importancia al destino.

6

Hacía un día estupendo bajaba por esas peligrosas escaleras después de dormir tres horas en toda la noche,me fui hacia la cocina y me prepare un tazón de cereales, mis preferidos. Richard bajaba cabreado hablando por teléfono.

-No, no quiero. Deberías... .-intentaba hablar ya que parecía que le interrumpían al otro lado del teléfono, por lo que podía escuchar era una voz femenina. Se volvió hacia mí, apagó el móvil y me sonrió.- Buenos dias, Carolina.¿ Como has dormido?.-Bien Richard..bien.-le respondí desganada y algo preocupada, me daba cosa preguntarle por su vida privada, ya que llevaba solo meses en su acogedor departamento y tampoco quería parecer cotilla.

Llamaron a la puerta, Richard se dispuso abrir mientras yo me quede tirada en el sofá mirando un programa de cocina en esa gran televisión que tenia Richard.

-Firme aquí,muchas gracias.-se sentía en la puerta a un hombre joven hablar con Richard.- Gracias-.decía Richard cerrando la puerta..-Es para ti Carolina, es un paquete.¿Un paquete? ¿Mis padres?imposible mis padres ya me mandaron la provisión hace tres días.. y no conozco a nadie a no ser que..como siempre mi intuición ganaba, era de Connor. Era una caja pintada a mano de color verde claro con una nota pillada en uno de los filos dorados que la decoraba.

Perdóneme por mi atrevimiento de hace meses,pero es que usted es todo lo que yo quiero en una noche. Le propongo que se ponga lo que hay dentro de la caja y nos veamos en el time square donde dejamos lo que comenzamos,sino lo hace lo entenderé.

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo,abrí la caja era un vestido negro del mismo estilo del que llevaba Adele el día que la conocí, debajo de este se encontraba ropa interior negra de encaje. Ya sabia de que iba todo.. sabia que aunque había pasado tiempo yo no paraba de pensar en el y aunque mi virginidad quería que fuera para alguien importante que me quisiera estaba ya rozando los veinte y cuatro años. No. Carolina, no seas tonta hay que hacerlo con tu pareja, eso pensé pero tenia tantas ganas de verlo que esa misma noche me duche y me arregle con el vestido y la ropa interior escogidos por el. Mi pelo era un caos así que lo alise y lo puse detrás de mis orejas.


Cogí un taxi, deje una nota a Richard: No duermo en casa, tengo cosas pendientes que hacer.

Subida en ese taxi solo podía pensar en que las cosas pasan momentáneamente, simultáneamente. A lo mejor me arrepentiría de lo que iba hacer esa noche pero estaba tan dispuesta a entregar lomas importante a ese hombre ya que nunca había conocido a nadie que me hubiera llegado tanto. Y mientras veía atraves de la ventana el paisaje pasar pensaba en su torso desnudo, en su cuerpo desnudo junto al mio. Nunca había pensado en nadie de ese modo.

Ya había llegado a esa calle, donde “retomaríamos lo comenzado”.Me baje del taxi y ahí estaba el con sus vaqueros y su camisa negra metida hacia dentro del vaquero con los mechones de pelo cayendo por su rostro. Me quede boquiabierta mirándolo se acerco hacia a mi me rodeo con sus manos y me beso fundiendo su lengua contra la miá haciendo que mi cuerpo elevara miles de sentimientos a la vez.

-Creo que esta noche usted será mía, pero antes la cena.. después el postre.-me dijo con tono burlón.¿ Que hacia? Apenas lo conocía y ya me iba a poner en sus manos como una adolescente sin medida,el solo quería una noche y yo quería millones de noches sentados en la cama hablando de lo que somos y seremos.

7

TalkingwiththemoonSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos