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Prisión 3 13 de agosto de 2013
por talkingwiththemoon
Mientras que íbamos caminando por esa gran calle mi imaginación se distanciaba de lo real, casi no podía andar por culpa de aquellos tacones de vértigo mi corazón iba a mil por hora, mis labios peleaban por estar mojados, mi respiración paso a paso iba aumentado y su mano cada vez apretaba mas su cuerpo contra el mio. Pensaba que ya no valía ser una niña que ya tenia edad para hacer y decidir lo que debía hacer, iba preciosa y con ganas de comerme al mundo..bueno..con ganas de comérmelo a el.
-¿Estas segura de esto?.-dijo mirándome a los ojos y mordiéndose el labio. ¿Pero acaso no ve que estoy aquí?¿Cree que he venido para pasar la noche?.. la verdad es que era cierto solo íbamos a pasar la noche y yo quería mi noche mágica, mi primera vez, besos…caricias y el solo quería un polvo. Lo que me daba más rabia era que estaba tan seguro de que quería hacerlo con el como nunca estado tan segura con otro.
Y cuando me despeje de mis pensamientos pude decirle.-Estoy aquí, ¿no? Ya no hay marcha atrás.-me miró boquiabierto.- Esto es una proposición no es una obligación.
Llegamos a una barriada pequeña a las afueras, pensé que no todo iban a ser lujos que además de guapo, sexy y misterioso no tendría porque ser rico como en todas esas películas. Si. Me sentía como en pretty woman… si yo era la puta y él el cliente. Y esta noche me pondría a sus ordenes, la verdad tenia que hacerlo porque nunca había estado con un hombre, me sentía tan estúpida y a la vez tan excitada.
Llegamos a unas escaleras bastante sucias todo estaba descuidado los pomos y las vigas del techo todo era de madera antigua pero la verdad ya no se podían apreciar debido a su deterioro. Subimos hasta el piso mas alto donde había una especie de alfombra color beis hacia una puerta que era diferente a las demás en el pasillo a la izquierda había una ventanal gigantesco por donde se podía apreciar toda New York.
-¿Me permites?.- dijo soltándome de la cintura a la misma vez que me guiñaba un ojo.- Cla…ro dije algo apagada sabia que si cruzaba esa puerta ya no había marcha atrás.
Y se abrió esa gran puerta y pude observar que era otro mundo, que el piso de Connor era muy diferente al edificio en el que se encontraba, estaba muy iluminado debido a las miles de lámparas que tenia ubicadas casi en todas las zonas de la casa, el salón era gigantesco con muebles blancos e informales y en medio del salón una chimenea eléctrica.
-Tu departamento es muy distinto a…- se rió y me dejó con la palabra en la boca.- Ya lo se, el alquile es muy barato no me puedo permitir un piso con un gran alquile los periodistas como yo no damos para mucho, pero si me puedo permitir mi mundo, mi espacio, donde yo puedo pensar , hacer y deshacer.- me pareció tan profundo lo que me estaba diciendo, aunque cualquiera diría que solo quería decir que quería un sitio en condiciones y aseado no como los rincones del viejo edificio. Pero aun así me pareció que quería decir mas porque yo también pienso así , pienso que todos necesitamos nuestro espacio para pensar , llorar..recordar.
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-También te habrás fijado que la mayoría de la casa esta decorada con lámparas, odio la oscuridad por eso estaban ya encendidas .-¿Cuándo duermes también?.-Si, fue una pregunta bastante estúpida pero me gano la curiosidad.
-Si. También. – dijo muy serio.- Pues.. yo no puedo dormir con la luz encendida.-dije mirándome las manos que jugaban con la tira de mi bolso negro.
-Pues esta noche tendrás que hacerlo, pero no creo que nos sobre tiempo para dormir.-dijo mirándome muy serio y quitándose la cazadora.
Puse mis ojos en blanco y ahora solo existía su paisaje, sus ojos, sus labios. Deje mi conciencia, mis prejuicios, mis miedos allí en el departamento de Richard. En el centro del salón había una mesa con dos platos y dos copas justo al lado de la mesa un soporte de champán.¿ Celebrábamos algo?.. ¡Que vas a celebrar tonta! Decía mi conciencia que volvió en el momento más inoportuno. Sentía que me ardía el pecho entonces comencé a pensar lo que diría mi madre en estos momentos: Carolina, se hace por amor. Carolina, respétate. Carolina, no seas una chica fácil. Todos te engañaran para conseguir lo que quieren, pero es que este no es el mismo caso el me ha sido sincero el solo quiere follar. ¿Debo felicitarlo por ser sincero conmigo? Pero ahí me di cuenta de que las mujeres queremos lo mismo sepamos o no la verdad si el chico que esta delante de tuya pidiéndote amor o follar siempre querríamos lo mismo.
Nos sentamos en aquella mesa, el cogió mi copa y hecho un poco de vino en el plato había servido corned beef on rye , un plato típico de los neoyorquinos. Comencé a comer con algo de vergüenza ya que sus ojos se encontraban mirando embelesados, como si fuera algo mágico. Sabia que muchos chicos me miraban pero no como el, me quería comer con la mirada y mi corazón sobresaltaba cada vez que lo descubría sus ojos admirando los míos.

La cena había acabado, mis pensamientos habían desbastecido, mi sonrisa se encontraba nerviosa. Mis ganas ansiadas se convirtieron en una duda, mis manos no sabían que zona era la perfecta para acomodarse sudorosas esperaban algo donde agarrarse. Pienso que mis padres no estarían muy orgullosos de mí, mis recursos por huir de ahí..De esa proposición tan indecente se habían convertido en una prisión. Estoy presa de mis ganas por el, mis sueños son suyos. Me encuentro en la alta torre presa y ningún príncipe podrá venir a por mí porque mi príncipe se encuentra a mi lado usándome como una pieza de su puzle, como una de sus lámparas que adornan el gran apartamento. ¿Algún día, yo podre ser su luz? Podre iluminar sus noches más oscuras. Pero mi cabeza me dijo basta, y sin saber como había llegado hasta ahí ya nos encontramos en la parte de arriba.
-Ven aquí, quiero ver la lencería elegida por un hombre elegante.- me dijo con sonrisa divertida agarrando mi cintura y llevándome hasta el.

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Mis pensamientos fueron a parar al piso de la habitación. La habitación se encontraba rodeada de cristales los cuales nadie podía vernos a no ser que pasara un helicóptero, algo imposible pero no tampoco tan imposible. Desde los cristales se podía apreciar las estrellas y el cielo caído en la noche con una preciosa luna llena. Y me quede perpleja mirando las maravillosas vistas, me imaginé en una cabina de un avión, y pensaba que desde allí podía controlar el mundo que se situaba bajo mis pies.
-Retomemos lo que empezamos.- dijo Connor haciendo mención a la típica frase que hacia revolver algo dentro de mi.- Sí.- solo pude dar una corta contestación ya que me encontraba en un laberinto sin salida.
Connor se acerco detrás de mí posando sus manos en mi barriga y pegando todo mi cuerpo hacia el suyo subió sus manos hasta mis pechos que los masajeaban poco a poco y dulcemente. Mi respiración cada vez era más agitada y me encontraba anestesiada, sentía que un fuego como si de lava se tratase recorriera mi cuerpo en el más rincón interno. Me cogió y me dejo caer sobre la cama se empezó a desnudar lentamente sin quitar sus ojos de mi cuerpo que yacía en la cama con el vestido más arriba de las rodillas. Se podía apreciar las braguitas que el compro expresamente para mi.
-y ahora te toca a ti.-me dijo agarrándome las piernas fuerte y apretándolas hacia el, el se encontraba solo con sus boxes, no me podía creer lo increíble y lo bueno que estaba así con su pelo alborotado. Su cuerpo… solo para mí. Pero mi cabeza me decía solo para ti, solo esta noche, ya no habrá más.
Comenzó a subir mi vestido dejando a la vista mis braguitas subió por mi barriga y me lo pudo sacar por mis brazos que tiritaban como si tuvieran frio al igual que mis piernas. Me encontraba con la ropa interior elegida por el y bajo su mirada abrasadora. Se echo sobre mi como si me fuera a escabullir de sus encantos, empezó a besarme por el cuello mientras que sus manos acariciaban mi zona intima, zona que se encontraba abrasada y algo húmeda debido a que podía sentir su miembro impaciente por adentrarse en ella.

-¿Me permite?.- me dijo intentándo desabrocharme el sujetador.- Creo.. que si esta noche si.- le dije bastante decidida a perder todo el complejo y los miedos por el. Por esos ojos que me abrasaban.
Me sentía desnuda físicamente y emocionalmente, el comenzó a besar mis pechos y a absorber mis pezones creía que me iba a fundir como lava entre sus sabanas blancas olor a jabón, me recordó al jabón con el que lavaba mi madre mi ropa. Por un momento de lucidez en mi cabeza en ese instante mi cuerpo abandono la lava, el calor, olvidé sus manos , mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, yo quería.. necesitaba algo más con el no solo una noche. El seguía manoseándome como si fuera un premio. Y cuando ya no se interponía nada entre su pene y mi vagina, iba a dar el gran paso.
-¡Soy virgen, para!.- chillé con la voz ahogada . Pude ver su cara de espanto y de no entender como una chica como yo aún estaba esperando a alguien para poder entregarle algo que para el era absurdo, pero ahí no acabo todo, esa noche pensé que nunca tuve que haber “retomado algo que comenzamos”
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2 Comentarios

WaO.. Anonada...

13/08/13 07:08

*___* Muchas gracias.

14/08/13 12:08

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