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Prisión 4 19 de agosto de 2013
por talkingwiththemoon
Allí en su cama desnuda y sin aliento y mi fuero interno apunto de explotar rompiendo el silencio con mi llanto, el me agarró del pelo y me hecho la cabeza hacia atrás y me beso el cuello muy suavemente.
-Carolina prometo que esta noche nunca la olvidarás, después de esta noche estaremos más unidos.- me dijo mirándome a los ojos y pasándome la lengua por mi cuello.
-¿Eso es verdad?¿Quieres comenzar algo conmigo?.. Yo quiero hacerlo con alguien que pase más de una noche conmigo.- me sentía una niña chica y una estúpida por soltarle esa definición, cuando en realidad yo buscaba a alguien para envejecer donde me acompañara en unas cuatro paredes construidas con nuestro esfuerzo y sudor. Y con esa estúpida frase quise hacerle el hombre de mi vida.
-Te lo prometo.-me dijo besándome fuertemente mis labios.
Yacía desnuda y el encima mía y sabia lo que me esperaba, ahora. Lo había visto en las películas pero nunca lo había vivido, mis amigas que ya lo habían hecho siempre me decían que me perdía una gran cosa, que era lo mejor… que era con el hombre que querías. ¡Basta! Ahogue mis pensamientos negativos hacia lo que iba hacer y me concentre en disfrutar. Ese hombre me encantaba y no iba a ponerme ahora blanda pensando en cuentos que no existían.
-Yo te guiaré. No temas, no te haré daño nena.- ¿nena? Para el a lo mejor no era nada pero para mi era una muestra de cariño, y eso hizo que mi cuerpo se calentara como la arena de la playa expuesta al sol.
Me abrió las piernas seguidas de besos que hacían que recorriera como una gran electricidad por todo mi cuerpo y sentía como la dopamina me iba a estallar. Siguió besando mi barriga haciendo que parte de su cuerpo se recostara sobre la cama, continuó por mis pechos acariciándolos con su lengua haciendo pequeños círculos en mis rosados pezones algo que hacia que mis caderas se levantaran de su cómoda cama haciendo que su miembro se pegara más al mío. No sabia porque me movía así solo quería que su miembro se adentrara en mi y que me quitara de este tormento. Subió hasta mi cuello algo que hacia que me paralizara y.. fue el momento cuando el poso todo su cuerpo sobre el mío con sus manos abrió más mis piernas e introdujo su miembro en mi, creía que iba a explotar de dolor pero pronto ese dolor se convirtió en placer, en placer que me hizo dalear mis caderas de adelante hacia atrás el iba guiándome con su boca, sus manos, sus embestidas cada vez eran más rápidas creía que me iba a morir de placer, le agarré la espalda y le apreté bien fuerte con mis uñas en su suave piel cuando ya sentía que no podía más llegue al clímax soltando un profundo orgasmo, el siguió embistiéndome hasta que llego y se ahogo en un orgasmo. Metió la cabeza entre mi pelo apoyando sus labios sobre mi cuello besándomelo de nuevo y así nos quedamos toda la noche.
11



Me encontraba delante del espejo que disponía la habitación propuesta para mi por Richard, me miraba creyendo que algo había cambiado en mi.. pero nada había cambiando seguía teniendo mis mismos rasgos de niña. Siempre creí que el día que lo hiciera iba a cambiar algo de mi porque ese momento en mi cabeza era tan importante que algo me movería a cambiar mi forma de pensar o algo de mi. Pero estaba equivocada la primera vez es algo emocionante pero no hace que madures ni que no puedas seguir siendo una niña, solo era una niña que disfruta del placer que le ha dado la vida. Pensaba que me iba a doler, y me dolió pero no llegue a soltar sangre, solo sentía una sensación rara en mi vagina pero solo eso. En ese momento quise hablar con mi madre de mi primera vez,¡ ya lo había hecho! Pero pensé que mi madre querría que mi primera vez fuera de otra forma pero no pude remediarlo y fue así.

Baje a la cocina para poder desayunar algo y allí estaba Adele y Richard abrazados en el salón. M e quede algo perpleja nunca imaginé que ellos dos fueran algo más. Ahora entendía la llamada de teléfono de Richard la voz de mujer era de Adele.
-Buenos días.- dijo Adele quitándose de ese gran abrazo interrumpido, por mi, estaba claro me sentí algo estúpida no tenia que haber bajado y Richard pudo ver en mi cara expresión de espanto o vergüenza.
-Buen…os di..as, lo siento yo.-dije pero Richard vino hacia a mi dejándome con la palabra en la boca.- Carolina. No te disculpes, como ya ves Adele y yo estamos juntos lo decidimos hace un par de meses lo que pasa es que no queríamos decir nada.
-Lo entiendo, no tenéis porque darme explicaciones. Me alegro mucho de que estéis juntos hacéis una gran pareja.-le dije a Richard mientras me sonreía.- Prepárate Carolina, hoy es tu primer día en Island.- me quede embelesada mirándolo, por fin iba a moverme por esta gran ciudad y por fin iba a trabajar en su gran pub me sentía una niña que le iban a dar una piruleta.

El resto del día lo pase ocupándome de algunos asuntos, como por ejemplo llamadas a mis padres que se quejaban porque les puse como máximo tres meses pero me sentía ya de aquí quería estar aquí, este era mi sitio. Mi padre como siempre me apoyó en todo diciéndome que seguiría mandando dinero aunque yo lo corte diciéndole que trabajaría en un pub nocturno algo que no le gusto demasiado pero acabó aceptando.


-Ponte esto. Es el uniforme seguro que te quedara genial.- me dijo Richard tendiéndome una bolsa dorada, dentro de ella se encontraba unos vaqueros cortos algo provocativos y una camiseta negra de manga corta sencilla que ponía en azul en el lado derecho Island, era algo simple pero me quedaba de escándalo, pensé que mis padres nunca me dejarían ir con esa ropa a trabajar pero ellos no estaban para darme negativas en esos momentos así que me puse la ropa mandada por Richard y me rice mi pelo rojizo, iba estupenda.
-Preciosa mi camarera número uno.- me dijo Richard guiñándome un ojo con una gran sonrisa esbozada en su cara.
12

Iba en el descapotable de Richard mirando el cielo oscuro e inmenso de New York imaginándome pájaro que puede volar por todos lo recovecos de esta gran ciudad y esconderse en las miles de estrellas tendidas en ese cielo. En la radio iba sonando una banda americana estupenda que no sabía como era su nombre pero me hizo saltar del asiento y darle voz a la radio algo que hizo que Richard se riera de mí.
-Richard. ¿Te estas riendo de mi?- le dije intentando imitar a una cara malhumorada.
-Si,¿ acaso uno no se puede reír de su hermana? Los hermanos lo hacen.- me dijo haciéndome una caricia en el pelo con su gran mano. ¿Su hermana? En verdad yo también lo sentía así desde que vi a Richard por primera vez pensé que seria como un hermano que me podría ayudar en todos mis obstáculos. Pensé que yo también seria una cosa parecida para mis hermanos.

Ya habíamos llegado a Pub Island me sentía impaciente por empezar a trabajar allí, me iba a esforzar mucho y tenia la intuición de que Richard no tendría ninguna queja de mi.
13

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