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Prisión8

-¿Dónde vamos?- pregunte mirando fijamente al suelo, porque me costaba mirarle a los ojos ya que el tenia el don de dejarme sin respirar.

-Vamos a california, ya te lo he dicho.

-Ya se que vamos a California pero al menos, me podias haber avisado con tiempo.

-Uhh, que tonito… pelirroja ese tono no me gusta.- ¿Por qué el si me puede tratar como una estúpida niña chica, y yo no podía decirle cuanto me molestaba que hiciera planes sin consultarme? Me empezaba a cansar ese comportamiento de el, pero seguía ahí como comandante de un barco siempre con la mano en su timon.-Sube al coche nena, tenemos muchas horas de avión por delante no quiero decirte aun donde vamos, es una sorpresa… pero espero que te guste.

-Seguro que me gustara.- le mire complaciente mostrándole mis dientes perfectos y blancos.

Íbamos en su coche gris plateado, parecía que tuviera mucha prisa, de fondo se podía escuchar los snow patrol con su crazy in love. Lo que podía leer en su cara era un signo de satisfacción de felicidad, creo que se encontraba liberado… le había visto mas veces esa sonrisa, pero era la primera vez que veía salir el niño que se encontraba detrás de Connor sonría sin decir palabra solo tenia la mirada parada en la carretera.
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-Bien… ¿y quieres saber donde nos depara el futuro?

-¿Vas a decirme donde vamos? ¿Enserio?- le saque la lengua mientras
guiñaba mi ojo derecho.

-Pues claro, vamos a ir los Cabos.- sabia perfectamente donde me iba a llevar los Cabos es uno de los cinco municipios del estado de baja California, uno de los destinos mas importantes de México.

-¿De verdad?... es perfecto.- le dije controlado mi estado de efusividad, todo era perfecto me iba con el. Íbamos a estar solos, el, yo y rodeados de arena. Tipo playa desierta.

-Vamos a quedarnos en una de las cabañas que hay en una playa solitaria, el sitio me lo ha proporcionado Gisele, es un lugar sin apenas gente te va a encantar la tranquilidad. Te voy alejar del sosiego de la ciudad.

-¿Gisele?- pregunté siempre tan curiosa, pero en ese momento pensé , dentro de mí se creo una pequeña sonrisa que decía: Si tú eres mi único sosiego… pero de eso no puedo alejarme.

-Si, es una amiga mía desde hace mucho ella vive allí. Antes vivía en New York pero vino a pasar unas pequeñas vacaciones y se enamoro de California, por la gente, sus playas… otro estilo de vida diferente al que tenemos en la gran manzana.

-Unas muy largas vacaciones.- Connor me miró me cogió la mano y sonrió, no se puede explicar bien esa sensación que hace que tu piel se erice, no puedo explicar lo que el me hacia sentir. Solo podría decir que a su lado nada me daba miedo y que estaba terriblemente lejos de mi casa también me encontraba muy lejos de Richard... ¿Que pensaría el de mí?, estaría diciendo que sus advertencias no servían de nada que yo siempre iba hacer lo que quería y nada me pararía.

Mis pies desnudos llenándose de arena y mi mano derecha tirando una gran maleta, no podía evitarlo necesitaba llevar siempre mil cosas conmigo, mas vale chica precavida… siempre me lo decía mi madre.
-No me ayudes, muchas gracias.- iba dando trompicones en la arena con esa gran maleta, intentado ser irónica con Connor , pero solo conseguía que se riera de mi y que fuera mas deprisa para poder mofarse todavía mas de mi.

-Carol… ¿Qué llevas ahí? ¿Te trajiste los muebles también?- me dijo sin parar de reírse.- Seguro que no necesitas nada de lo que llevas, aquí no aquí estamos solos alejados de la vida, no necesitas ropa.

-Eso no te lo crees ni tu, si me has traído aquí para violarme dímelo y acabamos antes dejare aquí la maleta no la voy a necesitar para eso.- el miraba hacia atrás riéndose mas de cada palabra que soltaba por mi boca y yo cada vez estaba mas furiosa, el sacaba lo peor de mi pero en realidad esa escena me recordó a la típica pareja de novios y al final acabe riéndome, por supuesto sin que el lo supiera.

A lo lejos una maravillosa cabaña solitaria y algo vieja pero era bastante grande, a tres pasos de ella se podía llegar hasta la orilla de ese precioso mar celeste y a la vez verde era un tópico de colores inmemorables, olía a libertad a mar… pensé. Me recordó a los veranos en España el sol el mar, mis padres pidiendo que no me expusiera demasiado al sol, emití una carcajada y Connor me miro con signos de interrogación en su cara.

-Veo que te hace gracia mi pequeña morada, por fuera parece vieja pero te puedo asegurar que por dentro rebosa de unas calidades estupendas.

-¿Es como tu departamento?... por lo que veo me estas dando a pensar que eres como todo lo que te rodea alguien duro, frío, calculador, gris… pero por dentro eres totalmente diferente.- no podía creer lo que le había dicho, no podía callar y guardarme las cosas que pensaba y sentía pero yo era así libre y mística como nadie.

-Vaya vaya, así me ves… a lo mejor no es lo que crees y por dentro soy mas gris de lo que piensas, mas oscuro y puedo llegar a darte hasta miedo.

-A lo mejor soy yo la que llego a darte miedo.

-Pero que tenemos aquí si es Connor y viene con su nuevo ligue.- Una chica castaña de pelo rizada y muy largo, con los ojos grises y unos labios extremadamente grandes se planto en mitad nuestra como un torbellino, esa chica rebosa entusiasmo.

-¡GISELE¡.- dijo Coonor cogiéndola en brazos con entusiasmo.- que alegría verte llevamos ¿Cuántos?¿ cuantos años sin vernos?... tres, dos…uno. Mira Carol esta es Gisele, Gisele esta es Carolina.- la chica me mostro una de sus mejores sonrisas y me abrazo, me trasmitió mucha paz y delicadeza, era la típica chica que era así con todo el mundo y que a todos cae bien. Aprovechando que ellos hablaban cogí mi maleta y la arrastre hasta la puerta de esa vieja cabaña.

-Llevamos un año, campeón ya veo que solo te intereso cuando necesitas alojamiento con una chica.

-Ella es diferente, es nueva en esto… pero creo que es la buena.
-No te salió bien las ultimas, pero esta te va a salir terriblemente mal no lo sabe...- escuchaba su conversación no sabia lo que quería decir Connor , Pero Connor decía que yo seria la buena... a lo mejor es a lo que se refería Richard que yo podría cambiar a cualquiera que mis ojos podrían hacerlo. Tan solo con mirarlo. Pero me sentía así una puta masoquista que quería robarle el corazón al tío sin escrúpulos.

-Bien Carol, te voy a enseñar el interior de esta preciosa cabaña gris y oscura como yo….- dijo como echándome en cara mis palabras, en ese momento supe que mis palabras iban a tener mucho juego esa semana… y toda mi vida.

-Esta chica tiene buena intuición.- dijo Gisele alejándose y guiñándonos un ojo a ambos. ¿Que quería decir con eso?... ella sabia algo que yo me había perdido por ir a recoger mi maleta, bueno o eso era porque pesaba como un muerto.
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Mi caballero sombrío y gris trató de abrir la puerta con la llave pero no abría así que de una patada abrió, sentía a Connor en su salsa al abrir la puerta de ese modo se puso las manos en forma de pistola y entro con paso lento y adaptando el cuerpo como un verdadero policía que observa la zona para saber que no había nada malo al acecho.

-No hay moros en la costa, puede entrar señorita pelo fuego.- cogió las maletas de los dos y las dejo en una especie de armario empotrado que había en la habitación.



En la cabaña solo existía una habitación pero era bastante grande con una cama al fondo blanca en sus extremos había unas especies de columnas de madera de ellas colgaban sabanas de seda muy finas en tonos blanco y color carne a los pies de esa gran cama una butaca alargada muy bonita. El suelo estaba cubierto por una alfombra de una especie de blanco, todo aquello era de color blanco o tonalidades blancas, en esa misma había una mesa con dos puff las patas de la mesa eran de madera y el soporte de cristal, había dos habitaciones mas, aunque era vieja por fuera tenia comodidades por dentro y por supuesto también electricidad y un baño con su bañera y un gran espejo. Luces por casi toda la habitación dos en la pared que pegaba la cama, otra justo al lado de un puff y en el techo otra más, este chico le temía a la oscuridad demasiado.

-¿Qué hay en esa habitación?- le dije curiosa, como siempre.

-Aun es pronto para saberlo, ¿no crees?- con esas palabras me dejo muda, ¿una habitación misteriosa? ¿Tendría a su ex y a las chicas que les robo el corazón?

-¿Me tengo que preocupar?, sabia que eres un asesino. Tienes los cadáveres ahí.
-Puede ser.- me dijo soltando una carcajada sin parar de reír. Mi mirada se tenso, estaba sola con el, lo conocía de muy pocos días y había tenido la valentía de ir con el, lo que pocos consiguieron y el lo hace en unos días…y en cero coma.

-Esta noche te enseñare que hay tras esa puerta primero vamos arreglar nuestra estancia y lo mas importante la puerta.- señalo la puerta con su dedo índice.- No quiero que entre nadie mientras dormimos, si dormimos.- hasta mi musculo mas interno se tenso, Connor me había llevado hasta ahí para que yo le diera todo el sexo quería, para que yo me enamorara y babeara mas por el chico perfecto y tenia una habitación secreta.
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Talkingwiththemoon26 de abril de 2014

1 Comentarios

  • Mateo

    Hola....otro capítulo más....intenso como los demás.....pero este un poco más dulce y suave....parece que al final va a ver esa escena bonita de amor que sutilmente en la mente de ella vas preparando ...hasta que queda interrumpida por la tercera en discordia.. pero tras acomodarse en la cabaña...... Percibo que pronto se resolvera...es inevitable.....aún así....sigo enganchado aquí a tu historia....me llama la atención en color del cabello del relato del personaje femenino....igual que el de tu foto de perfil...pelirrojo. son detalles....de un leedor afanado...gracias por esta bonita historia....por mi está todo perfect....adelante a por el proximo capítulo...aquí estare waiting....un abrazo.....feliz vida....feliz historia siempre...

    27/04/14 03:04

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