Donde los rayos del sol de media mañana
prendan con su luz un mágico cuarto
bañado en calor por dos ascuas al rojo
esencia del fuego de la noche anterior.
Donde ronden las moscas la luz cenital
de un refugio de piedra, miel y madera
mientras zarpas suaves me arañan el pecho
bajo el manto liviano de alguna canción.
Donde pueda mi Ser disfrutar la visión
de una entrañable y doméstica jungla
con sus bellos felinos trepando a las ramas
sin coartar aquel sueño de mar y calor.
Donde caricias y besos sean multitud,
donde música y versos hagan comunión,
donde tormentas y truenos apenas den luz,
vivirá mi alma
aunque no esté yo.
Bonita fito , bonito lugar y gran poema .
Saludos un abrazo