Despedida a pie de vía,
viejo aroma de estación
que enfría lo que no ardía,
distorsiona melodías
y avala la reflexión.
Mal vistiendo oleos desnudos
avanza la comitiva
con guardias bellos y rudos
constatando que esos bulos
son verdades y están vivas.
Salvan almas con soltura
y no les frenan los muros,
de sermones nos saturan,
sentencian contra natura
trazando planes oscuros.
En su paso por la tierra
no anhelan riqueza alguna,
pues tienen las panzas llenas,
administran bien las guerras
y ni respetan las cunas.