CONSTRUYO
Construyo un puro, límpido, sereno
paraíso; construyo un porvenir,
un cielo azul sobre un jardín ameno
donde debo vivir.
Allá serán las horas inefables,
no existirá la prisa ni el dolor;
cuando calles o hables,
de tu boca tan sólo saldrá amor.
Allá la sencillez y la simpleza
del corazón enorme y bondadoso
podrá brillar con toda su belleza
y yo seré dichoso.
Jesús María Bustelo Acevedo