Un año más, cada día, agradeciendo a la vida que me dejó quedarme en este mundo.
Más de media vida viviendo de prestado, mientras veía cómo a otros se los llevaba.
Con esas perdidas y con ese miedo a la muerte, pude poco a poco entender el motivo de ser, el sentido de la vida. Aprendí a priorizar y a dar valor a lo que importa.
Gracias a todas las experiencias que me han hecho ser quien soy ahora y a todas las personas que se han cruzado en mi camino, porque todo ha sido aprendizaje.
Seguiré demostrando a la vida que no fue un error dejarme aquí.