Quiero correr pero no puedo, algo me lo impide, una fuerza en mi interior me obliga a quedarme inmóvil y pasiva mientras el dolor recorre cada una de mis células.
Necesito gritar, enfrentarme al mundo, pero otra vez la masa oscura me obliga a sumergirme en mi interior, a llorar en silencio, sin que se note, como en una gran burbuja, flotando e intentando elevarme por encima de mis problemas para que me rocen lo mínimo, queriendo esquivarlos...
Pero a veces la fuerza maligna se eleva también y alcanza mi burbuja, es entonces cuando ya no puedo huir y me veo obligada a mirar todo eso que temo, la realidad de la que había estado escapando se muestra tal cual delante de mis ojos, sin ningún tipo de mascara... La Burbuja estalla y el dolor es insoportable.
