Es imposible olvidar, pero ya haya llegado el momento de dejar ir todos esos buenos, pero también amargos recuerdos, memorias que me trasladan a una época agridulce, y están lejos ya de aportarme algo positivo.
Pensamientos que me entristecen por varios días, me bloquean, me nublan y me impiden hacer las cosas que realmente son importantes ahora.
Ha llegado el momento de dejar atrás todo aquello, de vaciar mis cajones del dolor y la culpa. Ahora quiero limpiarme del rencor y el dolor, y dejar brillar al agradecimiento por una época en la que también fui feliz, aprendí y mejoré mucho.
Ha llegado el momento de perdonar, agradecer y decir adiós, porque si algo se quedó en el pasado es para no estorbar nuestro presente.
