No llames a mi muerte porque viene,
siempre viene, mi querida,
aunque sean las dos de la mañana
y en algún lugar del mundo
se apareen elefantes,
le maquillen el alcohol a las bebidas
y en mi desesperación
me ponga de perfume
agua bendita,
te mienta con descaro,
me babee,
me falten los molares,
los astros me predigan buenos días
o me sobre presunción,
no le pidas que me atrape
pues me atrapa,
entrégame ese odio que te sobra,
regálame a una golfa,
declárame una especie en extinción,
un despilfarro, un anodino,
un pasaje inferior
de tu pasado
que no merece mención,
una herida que no admite
que la cures,
a riesgo de parecer
cobarde o egoísta,
no llames a mi muerte
ni la apures,
mi querida.

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5 Comentarios

• 

  Buitrago

  Que placer que decidieras volver Toto, no se cansa uno de tus letras
  Saludos
  
  Antonio

  18/08/12 01:08

• 

  Toto

  por favor, Democles, no puedo más que agradecerte.
  Un abrazo

  18/08/12 06:08

• 

  Toto

  Gracias, Antonio, espero quedarme.
  Fuerte abrazo para vos

  18/08/12 06:08

• 

  Toto

  Sete, muchas veces te dicen o hacen cosas sin medir las consecuencias.
  Un placer tenerte aquí.
  Un beso

  28/08/12 01:08

• 

  Vocesdelibertad

  En momentos de excitación, terminamos diciendo cosas de las que SEGURO luego nos arrepentimos. Hay que recordar que muchas veces las palabras se verbalizan pero el concepto de éstas se construye, por eso hay razón en separar dos acepciones inteligencia y emoción. Bueno, también hay influencias por la cultura.
  
  Imagino las de cicatrices que quedan luego de transcribir a versos.
  
  Saludos fraternos

  28/08/12 04:08