Silvina
da vueltas de carneros en el pasto
delante de cualquiera,
hace chistes espantosos
y ríe como una zarigüeya.
Es tan linda
que dan ganas de matarla
de pura envidia.
Organiza reuniones familiares
donde todos se miran
y preguntan Vos quién eras.
Da besos de mariposa
y cocina como los dioses.
Cuando le cobran una multa
primero se hace la graciosa,
después ruega,
llora,
y por último
putea a los gendarmes,
y hay que llevársela a empujones
para no terminar en una celda.
Me dice que es sabia mi esposa,
a mí me da hidrofobia,
pero ella
habla en serio.
Ama a las plantas y a su perra
como cualquier ser humano
que puede amar
a las plantas y a su perra.
Tiene una bonita casa
y viaja a lugares miserables
para enseñarle a la gente
a combatir epidemias.
Cuando éramos chicos
robaba pata- patas en el kiosco
me hacía morisquetas,
se peleaba con papá.
Silvina estará muy contenta de ser la protagonista de tu poema, quizá es tu hermana? parece por el cariño que le tienes, y porque si es como dices es natural quererla.
ya te comente que me recuerda a una foto que tenemos mis hermanos y yo encima de la mesa del comedor de casa de mis padres, yo tengo 1 año en ella y es en blanco y negro como la tuya. Muy entrañables aquellas fotos.
Bueno quien sabe como solo tengo un añito estoy mucho mas mona, aun se me puede mirar...hace poco la llevé al trabajo y encima dijeron que se me conocía perfectamente que tampoco había cambiado tanto figúrate.