Dadá y Yo. Primera Parte de
Dos: Atrezzo
09 de diciembre de 2010
por transhumante
Madre agoniza mientras se arrastra por el sueño del baño buscando desesperadamente sus ojos. "No...no puedo ver..." solloza. Padre permanece gritando como una improvisada prostituta de secundaria, intentando rascarse las heridas, las profundas y poco ortodoxas heridas que puede inflingir un ser humano a otro con un tenedor, la suficiente imaginación y el estómago necesario para llevar a cabo una acción de tan elevado carácter transgresor. Lo normal en estos casos es que un agente de la ley entrara por la puerta, pero los estereotipos narrativos quedan excluidos de mi improvisado espectáculo, de mi oda a Dadá. El perro se divierte con lo que queda de mi cándida hermana de cinco años recién cumplidos ¿Habéis escuchado alguna vez como suena el frágil cuello de un infante aplastado entre las fauces de un cánido hambriento? De haberlo hecho es obvio que habréis disfrutado tanto como yo mismo. Mientras esto sucede reflexiono sobre mis ex novias Dona y Lara, sonreían y sangraban con un gusto impecable, aun así, no consigo recordar donde escondí sus huesos. No importa, mi incuestionable encanto y mi influyente condición de macho dominante pueden surtirme sin problema de toda aquella hembra que desee. Todo es posible si escuchas a Dadá, mi diós, el único y verdadero diós ¿Quién es Dadá? Oh, espera y verás.
Dios851 lecturas, 1 comentarios
El perro se divierte, estupendo homenaje a Buñuel y al Dadaismo.Saludos.