Bajo un cielo donde nunca amaneció
sus colmillos en el cuello le clavó .
Nunca pudo más dormir de noche, no.
Un infierno muy barato regateó.
Su mente ardiente humeando escapó.
No quedan mas deudas pendientes,
pagó con su corazón.
No halla golpe que le duela más
que el del puño de la dura realidad.