No te extraño,
es que no sé vivir sin ti.
No te quiero,
sino que te amo.
No te espero,
te busco.
No me faltan tus besos,
me muero por tus labios.
No estoy triste,
es que guardo mi sonrisa para ti.
No lloro,
me emociono con tu recuerdo.
No estoy sola,
es que no hay nadie más que tú.
No duermo,
sueño contigo.
No vivo,
me mata tu ausencia.
No siento el viento en las mejillas,
espero el soplo de tu aliento en mi rostro.
No late mi corazón,
espero que tú lo hagas vibrar.
No siento el frío en mi cuerpo,
es que es invierno desde que te fuiste.
No sé qué hora es,
se me paró el reloj con tu adiós.
No recuerdo ya tus caricias,
pero siento cosquillas en el alma cuando pienso en ti.
No me avises cuando vayas a llegar,
sorprende mi cuerpo con tu cálido abrazo y yo te atraparé con mis besos y mi voz susurrará en tu boca que no te vuelvas a ir, que de tanta soledad, mi alma se vistió de gris, y hace tiempo que vaga sin rumbo fijo, con la mirada perdida y con tus besos desgarrando su vestido.