Épocas
10 de noviembre de 2011
por uky
Con el paso de los años te vas dando cuenta que empiezas a madurar gracias a los golpes de la vida, nunca me he caracterizado por tener una vida difícil, pero si madure para que esa forma de vida pudiera llegar hasta mi, y así paso, las cosas fueron cogiendo el camino equivocado, fueron haciéndome daño, fueron destrozándome poquito a poco, pero nunca decía nada, siempre pensé que la mejor opción era ver las cosas, tragar e intentar sacar fuerzas para defender esa situación. Cuando pasa el tiempo y ves que esa situación no llega a acabarse, buscas el apoyo de aquellas personas que quieres, en las que confías y que nunca te dejaría de lado en un momento así, que te dirían lo que pensasen, tanto si te dolía, como si te hacia feliz, tu preferías esa sinceridad. Llego aquel momento en el que no podías mas, no sabias como tirar con aquella situación, pero siempre andabas aferrada a no llorar, a no demostrar el sentimiento de dolor, a que nada doliese por fuera, a que todo acabara en una sonrisa. Cada vez esa sonrisa se hizo mas pesada hasta el punto de no poder soportarla
pediste ayuda a la gente que creías necesaria a tu lado en esos momentos, no dudaron ni una decima de segundo en prestarla, e incluso te dieron aquella confianza para que pudieses llorar, pudieses desahogarte, y asi lo hiciste. Ese dolor fue creciendo con el paso de los días, de las semanas, de los meses y no conseguías salir de esa situación, ya te daba vergüenza o reparo el simple echo de pedir un abrazo y llorar como nunca antes lo habías hecho, quería desahogarte, gritar a los cuatro vientos que esto no es justo, que duele, que no entiendes el porque debes temblar al entrar por aquella puerta, que no entiendes el porque te debes esconder de la gente debido a aquellos moratones, no entiendes porque el cariño que tenias paso al odio con solo unas decimas de segundo, que no sabes porque esto te quito esa sonrisa y caes, no puedes mas, decides mandar tu vida a la mierda, se acabo. Pero aquellas personas te hacen ver que para nada sirve tirar la toalla, no enfrentarte a ello desistir de la vida
esa gente vuelve a conseguir en ti una sonrisa, aunque solo sea de apariencia, pero sabes que cada una de esas personas están hay para cuando las necesites, que llorar no es malo, que hay veces que llorar, hace que venga una época infinita de risas, te hace ver la vida de otra manera, te hace no tirar la toalla y sobre todo seguir luchando por buscarle el fin a este problema
asi seguro que este problema acaba
lo dejas de lado y aunque siga, aprendes a olvidarlo a no darle importancia, aunque duelan los golpes, aunque duela ver la situación. Solo sé que mas que nunca necesito llorar y que esta vez, nada ni nadie va a evitar que eso llegue a suceder, porque después de ese llanto, llega una época de sonrisas
