Se dice que la tristeza es pasajera.
Que una vez la remplazas desaparece:
Se dice que no hay almas en pena,
Solo penas que algún día perecen.
¿Pero qué dices de las lágrimas?
Ellas se quedan, permanecen.
Sean recientes o estén secas dejan marca.
La lágrima en el papel,
Como un pequeño círculo de recuerdos;
claro, borroso e incoloro...
Se ha vuelto con el tiempo el observarlo indoloro.
Pero siempre hay algo que vuelve.
Tal y como un pellizco de sal se disuelve
En un profundo vaso de agua.
Beberlo, sorbo a sorbo es posible.
Pero ya no será igual, sabrá salada...
Como la amarga lágrima que un día,
Por mis pestañas escapó,
Como aquella que un día,
Por mi mejilla se arrastró
Hasta caer en el papel en el que sigue,
Silenciosa, para perturbarme siempre.

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