En una tenue lluvia, de un verano o tal vez un invierno o un otoño, en el cielo se posaba bajo unas pequeñas gotas de lluvia impulsadas por una briza escandalosa, un ave de gran magnitud, rodeando con su mirada precoz y lujuriosa, una pequeña nube que estaba acompañada por un sol que irradiaba una luz pobre, como si pretendiese apagarse, y expresar su fatiga por todo, durante un lapso de tiempo el ave estuvo allí, era la única, el ave valiente, el ave atrevida, el ave aventurera, la lluvia rosaba sus suaves plumas haciendo peso en ella, pero ella simplemente disfrutaba sus momentos de emoción y apasionamiento, un momento donde solo era ella y la nube, al mismo tiempo la nube con el sol, y el sol con todos, era el todo con el ave, el atrevimiento de darse a lucir, después de un momento de observarla con sus movimientos, con su mirada, con su forma de relucir mas que el sol en ese momento, supe que estaba buscando algo, se buscaba ella misma.

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