Ojos inertes, buscando solo su glorificación con un sentido de gozo pero a la vez de resignación, buscando emociones en papeles que solo se palpan tonos grises y aburridos , buscando el alma en los objetos, mirando no mas allá del crepúsculo que ve cuando tiene esperanzas, perdiendo el tiempo, dejando que su mundo se convierta en un balde donde solo caben sus sueños, dejando cada ilusión viva, porque solo vive de ellas, los sueños se esfuman al balde, como una cometa llevada por el viento iracundo sin nada que la sostenga, sin esperanza alguna de regresar, quisiera tener la mejor profesión de todas, cuando me preguntasen ¿y... cuál es tu profesión favorita?, me gustaría responder, AMAR, no la puedo considerar como tal, una profesión, amar es algo mas serio que no se compara con nada y, no hay ninguna manera de explicarlo, tratar de hacerlo, es como tratar de escuchar el silencio, amar, no es un arte , aprender el amor como arte o profesión seria echarlo al balde de los sueños, aprender a hacerlo, son cosas de humanos, nos entregamos poco a poco a unos labios donde buscamos ser iniciados en su doctrina para ver su pureza, buscamos que nos entreguen hasta su última gota de pasión y sabiduría, leyendo en ellos un futuro inédito, precoz y falaz, sabiendo siempre que enamorarse se aprende con las rocas frías, con las aves del bosque, con el río que, nos enseñan en su centro la fluidez y la renovación de cada vida, donde todo regresa a su punto de partida aunque no tengamos las riendas de ello y la boca que sopla con ferocidad no lo impida.

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