- No puedo más _Susurró la chica a si misma ....
No era la primera, pero no sabía si seria la ultima vez que esto le ocurriría, sus ojos cafés estaban totalmente humedecidos por las lagrimas que se rehusaba a dejar salir, su mirada mostraba más dolor del que una chica de su edad pudiese soportar, una vez más respiro hondo, cerro sus ojos y entrelazo sus manos, imaginando que la mano de alguien mas era la que la tomaba y no ella misma, imaginando que alguien estaba justo allí para salvarla, de pronto una desgarrarte lagrima la saco de sus pensamientos, abrió los ojos ... no había nadie, era solo ella, miro su reflejo en el espejo por décima vez esta noche y se sintió tan inútil de no poderse salvar a si misma. Sus ojos estaban rojos y cansados, toda ella demostraba cansancio, un cansancio que no podía ser ignorado, un dolor que causaba dolor en todo aquel que fuera capaz de acercarse, ella estaba completamente sola, estaba rota, no quería seguir con su absurda vida, estaba harta de ver a su padre preferir una botella en vez de a ella, estaba harta de ser abandonada por su madre a causa del trabajo, ni siquiera ella misma podía verse a si misma, había abandonado sus sueños, había dejado todo lo que un día le causo ilusión, nunca había amado, no sabia que era ser amada, todo en su vida iba mal, todo en ella estaba mal ...
Todos los días se levantaba buscando una razón, esa razón jamas llego, ella jamas entendió que la vida solo le pedía ser feliz, ella nunca se dio cuenta que su razón era ella misma.
