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El Extraño Paraíso.

Sus ojos celestes como el mar, se abrieron a la par de los míos. Estábamos tomadas de las manos, despertando de una irrealidad, una irrealidad tan real y destructiva. Sus suaves manos estaban húmedas, eso significaba que sus nervios salían por cada poro pidiendo un respiro en aquel lugar desconocido. Todo era gris, lleno de nubes grises y casi blancas. "¿qué diablos?" su voz resonó en mi cabeza y mi corazón casi sufre un paro cardiaco. Quise sujetarme la cabeza con las dos manos en cuanto me asuste, pero no podía moverme. Seguíamos allí, tomadas de las manos en un... "¿esto es el cielo?" nuevamente su voz resonó , pero esta vez no me asuste. Sus ojos estaban salidos de orbita y sus manos parecían sudar más de lo normal. "¿ESTO ES EL MADILTO CIELO?" volví a asustarme en cuanto grito y susurre para mis adentros que se calmara, pero ella parecía no escucharme. Miraba para todos lados desorientada, menos donde estaba yo. "¿Oye? ¿puedes oírme?" pregunte, me sentía una completa inútil intentando hablarme a mí misma, ella definitivamente no estaba escuchándome. La desesperación comenzaba a cegarme y ahora los nervios invadían cada parte de mi cuerpo. Luche contra mí misma, intente despegarme de su mano, gritar, suplicar que me escuchara, pero nada funcionaba. "¿OYEEE?!! ¿por qué diablos no me miras? !Se que me escuchas! !NO ME IGNOR...!"
-¿Hola?
Una voz gruesa fue la que interrumpió mis pensamientos y deje de luchar conmigo mismo al instante. Mire a nuestro alrededor encontrando la voz y quede pasmada en cuanto me cruce con sus ojos caramelos. "¿Qué haces aquí?" pensé mas alterada de lo normal y me convencí de que solo era una alucinación. Aclare mi garganta y quite enseguida la vista de su rostro. Me empeñe en mirar el rostro pálido de la chica, que parecía seguir sin saber de mi presencia y con un ataque de pánico elevado "¿Que ves?" grite para mis adentros y ... suspire, suspire, suspire, se me estaba agotando el aire y sabía que era por su presencia. "¿Puedes verme o no?" pregunte inutilmente y grite como acto reflejo. !Ella seguía sin mirarme! Mi mente agitada pedía clemencia, pedía salir de allí... El chico de tez bronceada se acerco a mí y quedo a unos centímetros de mi rostro, su aliento a menta me refresco las mejillas y las lagrimas apretaban con fuerza el nudo de la garganta "SACAME DE AQUI..." pedí para mis adentros nuevamente, en vano... me sujete más a su mano cerrando los ojos y esperando algún que otro golpe interno, pero el único golpe que sentí fue, por primera vez después de haber pasado minutos luchando para soltarme de su mano, el del suelo. Mi cabeza choco contra las nubes de una forma violenta y a la vez suaves, me queje enojada, enojada con ella... Ella me había soltado, la confusión y el golpe me dejaron atónita, pero vi su rostro... seguía pálido, parecía estar en medio de un ataque de pánico, pero aun así, se controlaba muy bien. "Maldita y...¿Por qué no me escuchas?" deje soltar las lagrimas y cuando vi que se había alejado lo suficiente de mi, siguiendo algo o... ¿alguien? tome el poco valor que me quedaba y me encontré con sus ojos. Su sonrisa no parecía fingida y eso me daba puñetazos en el vientre. "¿por qué diablos sonríes?" ¿Esto es la felicidad? ¿El paraiso?
-¿Que dices...?
Estiro su mano y... "!Suéltame, vete...!" su voz resonó débilmente una vez mas y apreté con fuerza los ojos. "!DEJA DE HACER ESO! Grite, el pecho se me comprimió de golpe y deje aquel chico que me frenaba el corazón con solo verle y me centre en la chica a unos metros de mi. ¿Qué carajos? sus ojos estaban bañado en lagrimas, su boca parecía estar enrojecida y sus manos formadas en un puño. "¿qué te sucede?" pregunte como una idiota y me levante. Deje su mano para otro día, deje aquel amor que tanto me debilitaba para otro día. "Ya no te necesito" pensé antes de largarme y salir corriendo hacia ella. Tome su man... "¿No puedes solo dejarme en paz?" su voz temblaba dentro de mi cabeza y eso me prohibió avanzar, caí nuevamente. Caí, sujetándome la cabeza con ambas manos y cuando creí que perdería la conciencia, su mano fría me trajo de nuevo a la realidad. !Deja de tocarme! la piel se me puso de gallina y me aleje por completo.
-¿Estás bien?
La voz del chico seguía molestándome y interrumpiendo mi intento de salvarla. "SUÉLTAME, VETE, !DÉJAME EN PAZ!" grite para mis adentros, empujándole y volviéndome a levantar, pero el golpe en la cabeza había sido tan fuerte que mis rodillas se doblaron y el cuerpo se preparo para volver a sentir otro golpe, pero... Una mano sudada me sujeto del brazo. El alivio me recorrió el cuerpo y sentí como los nervios se fueron por completo. Su rostro seguía pálido, seguía en medio del pánico, pero... "¿Me escuchas?" pregunte para mis adentros débilmente y ella sonrió. !Oh dio...
-Salgamos de aquí.
Su voz parecía segura de sí misma, aunque fingía bastante bien... necesitábamos salir de allí.
-¿Oye?
Ambas nos giramos a la vez y nos miramos. No me costó mucho darme cuenta de lo que estaba pasando. Pasándonos... Era el, sus ojos caramelo me miraron con lastima, suplicándome tantas cosas por dentro y pidiendo que me quedara, pero había pasado tanto tiempo allí dentro que era hora de largarme y... lo mismo para ella. Ella lo veía, estaba segura. Asintió en medio de la nada, hacia una figura que mis ojos no permitían ver y yo hice lo mismo, mirándole a él.
-Esto ya no es para mí.



Universo06 de septiembre de 2014

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