Huyendo de Mi.
"¿Donde estas? ¿DONDE?" Sus gritos provenian de alguna parte y retumbaban en las paredes del tunel. Gritaba sin parar que siguiera en la oscura estacion vacia. Corria por cada pasillo hecho añicos, buscaba su voz como enfermo al remedio, buscaba aquellos ojos color verde oscuro para salir de alli. Habia tiempo, habia tanto, pero era hora de irnos, salir a flote y volvernos a encontrar... ¡Vamonos ahora! El aire seco de aquel lugar me impedia respirar como debia, pero aun asi no frene. Deje que la cabeza me estallara de dolor y sudor, gemi pero segui corriendo al escuchar otra vez su voz ahogada de panico. ¡No se donde estas, pero... debo. Te encontrare! Doble en una de las esquinas de las vias sin estar consciente de que cualquier tren podria pasarme por arr...
-¿Oye?
Una voz que no conocia me despabilo y lleno de miedo a la vez. ¿Este no es mi lugar? Quise seguir corriendo e ignorar, pero antes de volver a tomar carrera senti una mano sobre la mia... Agitadamente comence a toser y deje que los pulmones se me ventilaran del todo. ¡Mierd...! Su voz, gritaba de tal forma desgarrada que me enloquecia de tal manera que perdia consciencia de aquel terrible lugar. ¿Como un extraño entro aqui? ¡Esto es mi...!
-¿Estas bien?
Me costaba concentra... "¿Donde te has metido? ¡Por favor!" una vez ma... No podia concentrarme, no podia tomarme ningun tipo de descanso sabiendo que ella no estaba conmigo, que se encontraba en problemas o asustada en alguna esquina de la via, envuelta en sus piernas y suplicando que volvie...
-¿Quien es ella?
Parpadie varias veces intentando aclararme de golpe, su insistencia interrumpio todo tipo de paciencia dentro de mi y lo observe debajo de la capa oscura del lugar... ¿Que mie...? Sus ojos negros como la misma noche trasmitian preopacion y su apagada luz solo me trasmitia miedo. Trague saliva y mis ojos bajaron a su media sonrisa, algo traviesa y llena de maldad. "¡Debes volver! ¡Lo prometiste carajos!" Solte su mano como acto reflejo y me aleje lo mas que pude de aquel... Ser. Debia irme , debia encontrarme.
-¿Quien demonios eres?
Solte panico en cada palabra y segui caminando, tomando la distancia necesaria para salir corriendo de nuevo. Sus gritos ya no se escuchaban y comenzaba a enloquecer de nuevo, pero su rostro cambio... ¿Quien eres? Arrugue la frente y espere respuesta, pero solo pude ver una inmensa sonrisa despues de un gesto confundido. El panico me cego, el frio me invadio a la vez que la mente se me nublada de adrenalina y comenzaba a huir. Corri, reprimiendo el grito en medio de la garganta y suplicaba llegar, escapar... Encontrarla.
-¿Por que huyes de mi...? ¡Si esto es lo que eres, esto es lo que seras!
La voz de aquel demonio me hacia temblar y poner los pelos de punta, sus ojos negros me recordaban lo que una vez habia dejado de ser. Su sonrisa fria, lo que una vez habia perdido. Me habia perdido y undido tantas veces, que habia olvidado tantas cosas en esta oscuridad. ¡Por favor!
"¿Volveras?.... ¡Vuelve!" Su susurro ahogado en lagrimas llego tan cerca, en alguna parte de aquel tunel interminable que cuando pense en mirar hacia delante... La luz del tren me encandilo y me protegi el rostro esperando el golpe, esperando lo peor dentro del mismisimo desastre, pero el unico golpe que senti fue el del suelo helado y un cuerpo de peso intermedio encima mio. ¡No, no, no..! Grite, pataleando y deseando solo haber sentido aquel frio tren, nada mas. Imagine sus ojos negros, su sonrisa fria como el hielo, imagine todo el dolor que volveria a mi de golpe...
-¿Estas bien?
Abri los ojos y deje de hacer fuerza contra aquel cuerpo pegado al mio, y sonrei. El alivio me sofoco de tal forma que crei que iba a desmayarme de la alegria, busque sus ojos verdes y los encontre, senti la paz por un momento , pero desaparecio al instante que una figura negra aparecia detras de ella.. ¡No! Hundi su cabeza en mi pecho a la vez que esquivaba el golpe de aquel demonio que venia por nosotras. El suelo se desmorono y el piso de madera crujio , cayendo en el sueño profundo donde todo habia comenzado, comence a respirar. El aire volvio a ser templado y el calor de la cama me enterredo junto con las sabanas. Grite y desperte.
-Mierda. Mierda.
