Pisando con fuerza, enterre un pie en el barro y sonreí.
Dicen que para los grandes cambios ,hay que comenzar con uno mismo.
Sonreí.
Libere el pie y di otro paso , volviéndome a enterrar.
Mire el cielo y había sol, claro que lo habria ... hoy sería un buen dia y no lo decía yo... lo decía mi nuevo corazón.
Con cada paso iba dejando lo peor, iba desarmado mi viejo cuerpo para volver completa y nueva.
Retoque mi pelo , cambiando de color.
Cambie de ojos , por unos verdes mas brillantes.
Acomode mi sonrisa por una mas ancha y modifique mi cuerpo por uno mas cómodo.
Eche las imperfecciones en cada pisada y deje mis viejas zapatillas. Ahora tendría unas nuevas, como mi nuevo yo.
Recorte mis uñas y el pelo también.
Me cambié los aros y el vestido negro, por uno azul.
Azul, como el mar que tantas veces me ahogo y el cielo que jamás me salvo.
Ironía y rencor, ese rencor que nunca conseguí tener , pero si un amor que me rompió.
Aún con una bandita en medio del pecho andaba yo; pero sanaría como mi alma y cabeza. No tenía a nadie mas que mi propio yo y eso era un comienzo.
Salte del barro descalza y limpie mis pies con el pasto. Mire hacia atrás y vi más que bosque, lo que quedaba. Mas que mar, lo vacío que se había vuelto y el paraíso del cual escape y volví tantas veces... eran cenizas, añicos y soledad.
Y soledad tendría, solo para salvarme de caer de nuevo. Ella me abrazaba por la espalda y la deje, ya tendría unos nuevos brazos y esta vez reales , que me abrazarian toda mi vida.
Sonreí.
Agradecí aquel mundo que me rompió, agradecí morir tantas veces para volver a salir.
¡salir!
Esta vez había salido de nuevo, esta vez había ganado la batalla que tanto tiempo me mato.
Y estaba orgullosa de mi, de mi.
¡lo has hecho una vez más!
Con la frente en alto salude a lo que una vez ame y no lloré.
Quise llorar pero eso...
Eso era pasado.
Pasado.