Resolver El Acertijo.
¿y que hacer en los dias que los pies se tropiezan en medio del camino?
¿cuando el camino se convierte en rió y las palabras salen del corazón?
Intentando resolver el acertijo, me encontraba en medio del alma. Frente a la puerta de mi corazón y el caos, sufriendo el ansiedad social y los ojos secos de tanto andar. El aire ya no era sólo viento, ahora era fuego y quemaba, quemaba cada parte de mi cuerpo en cuanto deseaba parar.
¡no podía parar, ni esperar!
Mi corazón se había convertido en hielo y no podía descongelarse.
Me levanté en cuanto tropecé, empecé a nadar en cuanto las calles se hicieron rió y me tape la boca en cuanto comencé a hablar. ¡no podía perder!
Calcule los pasos, la temperatura del río y los latidos de mi corazón y grite.
¡Debes saltar de este acertijo o te hundiras!
Me grito alguien desde atrás, pero no gire y no giraria nunca más.
El pasado me habia enceguecido por meses, incluso estaba pisando un año... ¡eso había quedado en el pasado!
¡esto soy ahora!
Grite y alguien me llamo.
¡no debería hablar, no pararía ni miraría sobre mi hombro!
Tome aire y me destape la boca, tome fuerzas desde mi interior. Iba a salvarme hoy, y lo haría siempre porque primero estaba mi corazón y luego ... luego....
No pude terminar en cuanto sentí una mano sobre mi hombro y me giro.
Aquellos ojos centellantes y verdes como el kiwi, estaban cansados e rojos pero no de llorar. Se arrugaron al formarse una sonrisa y aquel ser me habló.
Sólo dijo un nombre... que no era el mío ni el suyo.
Ese nombre traía caos, ansiedad, depresión e incluso pasado.
Sólo cerre los ojos y le devolví la sonrisa. Mi antiguo yo estaba tan perdido que incluso me costó reconocer, pero hoy era el dia. ¡hoy me salvaba yo!
Tome su mano, despejando mi hombro y le di la espalda.
¡hoy sería yo! ¡hoy no tendrias lugar ni nunca más!
Y mis pies se quedaron en donde estaban, el río se esfumó por completo y mi corazón ya no gritaba clemencia.
Sonreí.