Esta noche está más solitaria que nunca
maldita,
mis miedos sin ti son un horizonte negro
que no alcanzo a sondear
Trato de olvidarte con todas mis fuerzas.
Sólo Dios, si existe, sabrá cuanto lo intento
porque tú no lo sabrás.
Nunca lo intuirás,
maldita.
Nunca imaginarás que ahora estoy aquí,
al borde de este acantilado
a punto de saltar
para ahogarme, una vez más,
en las profundidades oceánicas
de este vaso de vino
Pará, pará, pará, amigo. Ponme a mi otro camarero, que nos lo vamos a tomar juntos.
Así ya seremos dos en compañía.
UB