-Oye , soñé contigo - se atrevió a musitar, con una voz que sonaba a excusa, cuando ella se puso de pie para tomar rumbo a casa. Es que, en verdad, la fiesta iba en franca decadencia.
Ella detuvo el movimiento de su cuerpo por una fracción de segundo. A él este gesto, casi imperceptible, le pareció absolutamente esperanzador , pero ella ordenó su pelo con los dedos de su mano derecha y continuó avanzando, dándole a su vida la naturalidad de siempre.
Genial texto Silencio.
Dices mucho con ocas palabras.
No es s?lo el contenido. Es la melod?a de las frases, es danzar de olas.
Precioso texto.
Me lo a?ado a favoritos.