Le dijiste te quiero con una bofetada en la mejilla.
Le diste un abrazo dejándole marcas en sus brazos.
Alagaste sus bellos ojos convirtiéndolos en dos uvas moradas.
Le demostraste que el dicho de que hay amores que matan era cierto.
Dejaste una dura piedra sobre los hombros de tus hijos.
Destrozaste su infancia con tus celos enfermizos.
Te creías muy macho abusando de tu esposa.
Y ahora deberás demostrar tu hombría con gente que abusara de ti en aquella maldita fosa.
Dime, ¿como se siente ser débil y no poder defenderte?.
Morir de rabia por sentirte más pequeño que una hormiga.
Y ahora te arrepentiste de perder a aquella mujer que te amo con su vida.
Lloras en las noches por no tenerla contigo y ese será de ahora en más tu más presente y fiel castigo.