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El Albergue 12 de mayo de 2012
por villarey
Semana santa del 2009, por error nos dirigimos a pasar el campamento en el albergue de Matxitxako, de Bermeo, pensábamos pasarlo en otra población de Bizkaia, pero la providencia o el despistado de Juan han convenido que así sea.
Me llamo Maikel, tengo veintidós años, soy uno de los tres monitores que acompañamos a esta tribu compuesta por, diecisiete adolescentes de entre trece y catorce años. Mis compañeros monitores, se llaman Juan y Maria.
El resto de protagonistas los nombraremos según vaya relatando esta historia.
Inauguramos el campamento con el reparto de literas, reparto de tareas además del montaje de la infraestructura musical, el MP3. Son las seis de la tarde.
Esto es un jaleo continuo, la música suena sin parar, los chavales han salido a recoger leña en el bosque, haremos hogueras todas las noches.
Nos hemos dejado olvidado un hornillo en Madrid tardaremos algo mas en preparar desayunos y comidas, no importa esto va a añadir mas emoción a los cinco días de campamento en Bermeo.
Ya ha anochecido acabamos de cenar, nos vamos juntando alrededor de la hoguera, algunos de los chavales andan alborotados, a los tres monitores, nos faltan ojos para controlar a esta jauría de adolescentes hormonalmente revolucionados.
Algunos de los chavales sabemos mis compañeros y yo, que se ocultan entre los árboles para fumar, tenemos que ser un poco permisivos, es una manera que tiene estos jóvenes de manifestar su rebeldía e independencia.
Entre risas, cuentos e historias todos al rededor del fuego, hemos llegado a las dos de la madrugada, es hora de ir cada uno a su litera, mañana tenemos que madrugar, vamos a reconocer el entorno, bajaremos al pueblo, Bermeo, además de llegar hasta la punta del cabo Matxitxako.
Mi compañera Maria en voz alta llama a retirada.
.- Chavales todos a la cama mañana hay que levantarse a las siete y media.
Poco a poco sin prisa y pocas ganas, los jóvenes salvajes, van entrando en el albergue.
Los tres monitores nos repartimos las guardias, debemos de permanecer en vigilia uno de nosotros, para vigilar el buen sueño de los demás.
En esta ocasión me ha tocado a mí hacer la primera guardia hasta las cuatro de la madrugada.
Salgo fuera del albergue, para ser principio de primavera, hace una noche preciosa de luna llena con una temperatura muy agradable.
El edificio donde nos alojamos según la información que nos a facilitado el Ayuntamiento, fue escuela publica de barrio, este edificio es un bloque rectangular de una planta, con paredes de piedra, esta protegiendo el acceso de la entrada principal un murete también de piedra, al lado del edificio pasa una carretera dé servicio, estrecha, apenas hay trafico, esta carretera es el único acceso que hay para llegar hasta el faro y cabo Matxitxako, estamos rodeados de bosques, y también de playas poco frecuentadas con precarios accesos, en este entorno apenas ha intervenido la mano del hombre.
Las voces y risas van pasando brevemente a ser murmullos y pronto se hace el silencio.
Me he quedado solo, enciendo un cigarrillo, que dulce y agradable, me sabe la primera calada de este cigarrillo que estoy saboreando, el silencio y la tranquilidad de la noche tan solo se escucha la suave brisa acariciando las copas de los pinos y el batir de las olas a lo lejos en la playa, además de sonidos emitidos por animales que yo desconozco.
Voy dando un paseo sin alejarme demasiado del albergue. El silencio de la noche me ayudan a reflexionar sobre asuntos sentimentales que he dejado pendientes en Madrid.
Doy la vuelta sobre mis pasos, dirección al albergue, el tiempo transcurre lento según voy acercándome al edificio, tengo una extraña impresión de que me están mirando. Siento como si alguien me estuviera soplando suavemente en la nuca, los pelos de los brazos se me están erizando, me esta entrando un malestar por miedo, doy la vuelta y detrás de mi aparece este personaje, alto fuerte como un roble, con unos dientes perfectos, sonriendo, este individuo ha conseguido que de un salto y un grito de exclamación por el susto, me quedo inmovilizado sin aliento, este hombre levanta su mano derecha lentamente con mucha tranquilidad, me saluda.
.- ¡Gabón! no te asustes, tranquilízate, estate tranquilo.
.- ¡Joder! me ha dado un susto ¿donde estaba, de donde ha salido usted?
Balbuceando exclamo.
.- Yo vengo todas las noches, incluso en invierno, es mi sitio, a veces también viene más amigos.
.- ¿Hoy sabe usted, si vendrán?
Interrogo un poco enérgico.
.- Vamos viniendo según nos apetezca o creamos que tenemos que venir.
.- ¿Como se llama usted?
Prosigo con el interrogatorio, ya repuesto del susto y seguro de mí.
.- Yo me llamo Jon, pero por favor no me trates de usted, puedes tutearme.
.- Pues Jon espero que si vienen tus amigos no nos den estos sustos.
.- Hablare con ellos y procuraremos no asustaros, dé todas formas somos gente de paz.
.- ¿Jon porque venís por las noches? nos han informado en el ayuntamiento que este es un sitio tranquilo, que por las noches no esta frecuentado por nadie.
.- Pues se han equivocado, este es nuestro sitió, algunos estamos arraigados a este lugar para siempre, otros venimos porque tenemos causas pendientes por hacer y hasta concluirlas no nos vamos de este lugar.
.- Jon, son las cuatro menos cuarto, voy a despertar a mi relevo, espero verte mañana.
.- Sí mañana me veras.
.- Si no llueve.
Le respondo yo, y le regalo una sonrisa.
.- En los días que permanezcáis aquí no va a llover.
Me despido de este hombretón con un hasta mañana, doy unos `pasos y entro en el albergue, mi relevo es Maria, la despierto muy suavemente para que no se sobresalte, por que ante todo soy un caballero, Maria es una mujer rubia, muy bien constituida físicamente, antes de despertarla la observo esta preciosa dormida, parece un ángel, le toco el hombro con cuidado de no sobresaltarla, ella muy dulce me dice.
.- Ya es mi hora.
.- Si Maria, hay fuera hay un señor se llama Jon, parece un buen hombre, he hablado con el me ha parecido un poco afligido, si te causa problemas grita, OK.
.- Vale pero creo que me podré defender sola, buenas noches Maikel.
.- Buena guardia Maria.
.-Hasta mañana Maikel.
Son las nueve y media de la mañana, Juan que tenia el ultimo relevo de guardia debía de habernos despertado a las siete y media de la mañana, este hombre es una calamidad, según nos dice el, se ha quedado dormido, ahora llevamos dos horas
de retraso sobre el horario previsto, desayuno Express, con mucho estrés, para poder coger el autobús que nos va a transportar a Bermeo.
Olvidado el incidente de la mañana, la jornada en el pueblo es alegre y bastante tranquila, después de ver el museo del pescador, con especial atención para todos en la colección dedicada a la caza de ballenas, es curioso que un museo pequeño con una importante colección histórica, este fuera del circuito museístico español, también las conservas de pescado, han despertado nuestra curiosidad, para nosotros que somos de la meseta, estos temas son de gran interés, salimos del museo, es la hora de la comida, el avituallamientos es sencillo nos acercamos a un supermercado compramos, pan, embutidos y también conservas, todo esto al gusto de cada uno.
Gente del pueblo nos han aconsejado que nos acerquemos para estar mas tranquilos a las campas de la Atalaya, este es un entorno maravilloso, un privilegio, para los residentes de este barrio vivir aquí.
Después de haber comido y bebido, pasamos el sopor con treinta minutos de siesta. Nos acercamos a la parada del autobús para regresas al albergue, luego iremos al cabo Matxitxako, llegamos al albergue, soltamos las mochilas, nos relajamos son las seis y media de la tarde, salimos hacia, el cabo de Matxitxako, son apenas tres kilómetros, de marcha de ida, mas los de vuelta, una vez llegados al cabo de Matxitxako, los chavales, mis compañeros y yo nos quedamos maravillados, no tenemos prisa por volver, solo se escucha los clickqueos de las maquinas fotográficas, la gente del pueblo que hay por aquí nos relatan historias y sucesos de estos parajes.
.- ¿Que es aquello que ha saltado allí?
Grita Juan todo excitado.
.- ¡Mirar, mirar!
Otra vez es Juan el que grita, apenas se le hace caso, con lo despistado que es este hombre nadie da crédito a sus reclamaciones.
.- Son delfines vienen hacia la playa.
.- Asevera un señor de tez morena, con marcados y hondos surcos en su piel curtida por el efecto de la salitre y brisas marinas, un pescador jubilado.
Todo el grupo como si tendríamos un resorte en el cuello, seguimos la dirección que señala el dedo índice de Juan.
A los tres monitores nos es imposible controlar la excitación de esta jauría de adolescentes corriendo hacia la playa.
Los delfines con sus saltos, piruetas, son espectaculares, los que hemos podido ver en la cautividad de los acuarios, no damos crédito a lo que estamos viendo, delfines salvajes, que privilegio.
Los lugareños que están por aquí nos dicen que están comiendo, hay un banco de anchoas, que espectáculo todos disparamos nuestras cámaras fotográficas sin discreción.
El sol se esta poniendo en el horizonte, que día mas cargado de emociones, las conversaciones de regreso al albergue son en voz alta cada uno de los chavales tiene una versión diferente de todo lo que han visto y disfrutado.
Una ultima parada para ver el ocaso, en Madrid no tenemos tiempo ni tampoco la suerte de poder ver él sol poniéndose en la línea del horizonte del mar.
En el albergue la cena es como la noche anterior, todo un caos, después de hacer unas tortillas, repartir embutidos, la fruta y la ración de leche enriquecida con cacao, según van terminando de cenar los chavales se están acercando a la hoguera y tomando posiciones alrededor de esta.
El día ha sido emocionante todavía el tema principal de conversación sigue siendo los delfines. Marta, Fernanda, Teresa y Yolanda, son las pequeñas divas de este campamento estas cuatro adolescentes, tienen revolucionado a todo el grupo de adolescentes masculinos del campamento, como siempre según los patrones de la vida los adolescentes varones, los mas picaros, atrevidos y audaces, son los que se están llevando los roces y besos de premio.
En este entorno, es el que sociólogos o psicólogos realizan sus estudios de comportamiento humano. Todos hemos visto documentales del reino animal en la TV, no hay diferencia con los comportamientos animales, que siguen calcándose año tras año, década tras década y siglo a siglo, así eternamente. Mis compañeros y yo tenemos que estar atentos y vigilantes controlando estas situaciones.
Mi compañera Maria y yo hemos decidido que Juan realice siempre el primer turno de guardia, los otros dos turnos nos lo repartiremos entre ella y yo, esta noche me ha tocado el segundo turno detrás de Juan.
Son las doce de la noche, empieza la misma pelea de la noche anterior, nos costara que los chavales vayan ocupando sus literas, yo me retiro y dejo esa labor para mis compañeros, a mi me ha tocado la guardia que según se metan estos cafres en sus literas así me tocara levantarme, a las tres o cuatro de la madrugada.
Me cuesta poder conciliar el sueño, los gritos del exterior son tan agudos, sobre todo el de las niñas, escucho a Maria recriminar a los críos pidiendo que por favor me respeten y que no griten.
Son las cuatro de la mañana, a veces pienso como nos ha tocado este inútil de Juan, por compañero, es desesperante que manera de despertarme tan brusca. Que complicado es explicarme por que he tenido un sueño erótico con mi compañera Maria, en este sueño no ha aparecido mi novia que esta en Madrid. El inútil de Juan con su brusquedad al despertarme ha conseguido que me enfade, me siento en la litera a la espera de que se me pase el cabreo por el mal despertar que me ha dado el insensible de Juan. Me levanto voy al baño para refrescarme la cara y reaccionar además de despertarme del todo, le doy un sorbo al agua que sale del grifo, el sabor de esta agua es muy difente al agua de Madrid, esta no sabe a cloro.
Salgo fuera del edificio y enfrente mió esta Juan.
-. Buenos días.
Le saludo, pero lo que tengo de verdad son unas ansias locas de darle un capón.
.- Ya tardas en levantarte con el sueño que tengo y las ganas de irme a la litera.
Me responde, con esta contestación se me acrecientan las ganas de darle un sopapo pero tengo que contenerme para no agredirle.
-. No te quejes que con tu estupidez o despiste, te libras de las guardias intermedias, tienes toda la noche para dormir, egoísta anda vete a dormir que me voy a cabrear más.
.- Hasta mañana.
.- Si, si hasta mañana.
Le respondo yo muy secamente y bastante aireado.
En el exterior la noche es tan hermosa y bonita como la noche anterior, enciendo un cigarro inhalo el humo dando una calada honda, y pienso que se me ha olvidado preguntarle a Juan si ha conocido a Jon, espero verle esta noche, mientras voy dando un paseo, sin perder de vista el albergue, y pensando en estos temas percibo entre la oscuridad algo blanco que viene a mi encuentro, no es Jon por su figura parece una mujer, al llegar a mi altura le interrogo.
.- Eres amiga de Jon.
.- Si, esta por ahí, aparecerá mas tarde.
.- ¡Eso, eso! apareceréis y desapareceréis, como si vendríais de otra dimensión del mas alla, que gente.
Le lanzo esta broma con una sonrisa, ella me mira parece que no le ha hecho gracia mi broma, ni tan siquiera me sonríe.
.-Como te llamas.
Le realizo esta pregunta sin perder la sonrisa.
.- Me llamo Laura.
.- Ademas de vuestros gustos de venir todas las noches a estos parajes, incluso con tempestades, tu que eres de Jon.
Esta mujer me cautiva, es hermosa, tiene un semblante pálido, una mirada de una tristeza que me atrae.
.- Jon y yo solo compartimos parecidos destinos, con los mismos problemas, ademas de querernos marchar para descansar.
.- No os entiendo, a ninguno de los dos, compartir problemas, el querer marcharos juntos a donde al caribe, es raro que después de varias noches en este paraje tan bonito no haya surgido ningún romance entre los dos.
Laura y yo vamos paseando por el camino sin alejarnos del albergue, el tono de la voz de Laura es musical, en estos paseos hay momentos en que no decimos nada, son silencios y miradas.
Sin ruido sin percatarme según vamos acercándonos al albergue detrás de nosotros aparece Jon.
.- ¡Joder que facilidad tienes de acercarte y sorprenderme! Jon, no me des estos sustos, donde estabas que no te hemos oído venir ni Laura ni yo.
.- Yo si, ya sabia que estaba detrás nuestro.
Responde Laura, sin darme opción a replica.
.- Llevo detrás de vosotros un rato largo.
.- Que misterio tenéis, no os entiendo parecéis dos fantasmas, no estoy acostumbrado a que la gente me vacile de esta manera, encima dos personas con mas edad que yo, tampoco me gusta que me tomen por estúpido.
He conseguido que Jon y Laura, se rían a carcajadas.
Les miro a los dos, debo de haber puesto cara de tonto porque los dos me miran y aun crecen más las carcajadas y las risas.
.- Tengo la sensación de que estoy en un circo y el que esta en medio de la pista soy yo.
Miro a los dos a la vez que les hablo, no había hecho reír a nadie tanto en mi corta historia, Jon y Laura, no paran de reírse.
.- Maikel eres un buen hombre, tienes un corazón noble vas a ver cosas que otros no ven, ni las verán nunca, tu vida va a estar mas llena de satisfacciones que de lamentos, te lo aseguramos los dos.
Las risas se van calmando, les pregunto me es igual quien me conteste de los dos lanzo la pregunta mirando a ambos.
.- ¿Ahora sois adivinos? Tengo una duda, ¿estas noches que llevamos aquí mis compañeros también han podido veros? se me ha olvidado preguntarles a ellos.
Es Jon el que me responde, antes se han mirado entre ellos y con una mirada Laura le cede la palabra a Jon.
.- No Maikel no nos han visto, solo estamos contigo, tus compañeros no son mala gente, pero tú tienes nuestra confianza y el don que a ellos le falta.
.- Pues vaya con el don, no soy capaz de reconocer el don que yo tengo, y mis compañeros carecen de esta suerte, a veces los dones, las gracias o suertes, de los que tú hablas, hacen que los que lo posean parezcan que están desequilibrados o locos, para los demás.
.- No Maikel, si tú tienes una fuerza o don y empiezas a comerciar con este bien es cuando los retractores o envidiosos, y otra gente intentan ridiculizarte y desprestigiarte, los dones son para uno mismo o repartir con otros, pero sin lucrarse.
.- Jon y Laura, tengo que reconocer que el haberos conocido me ha venido muy bien para pasar las dos o tres horas de guardia que me tocan hacer diariamente, ahora tengo que ir a despertar a mi compañera María, mañana podremos seguir hablando de este tema, los poderes o dones de cada uno.
Mi madre siempre me decía que tengo el don del escaqueo, lo cierto es que en este campamento no he podido escaquearme ningún día, en cambio mi compañero Juan con la excusa de que como se me ha olvidado y soy despistado, para mi entender este tío se lo hace, tiene el don que se escaquea de todo, ya veis así es la vida, espero veros mañana, ahora si me disculpáis voy donde María, tengo que despertarla que bonita es esta mujer, es la recompensa que tengo por tener que soportar a mi compañero Juan.
Jon y Laura me miran con una sonrisa, Laura me lanza esta afirmación.
.- Antes de terminar este campamento tendrás la recompensa que María te va a regalar, esta muy interesada, tu le gustas, le atraes, Maikel a las mujeres lo que mas nos gusta es que nos hagan reír, también hombres con personalidad y seguros de si mismos.
.- Laura, ojala se cumpla tu predicción, Maria es una mujer hermosa.
.- Maikel, en este mundo lleno de prejuicios, moralidades y normas estupidas, las experiencias de amor son siempre las que mas nos enriquecen como seres humanos, te lo aseguro. Tu vas a seguir con tu actual chica, pero la experiencia que te va a regalar Maria, y otras mujeres que van a formar parte de tu historia, siempre van a ser para enriquecerte, para que tu seas un mejor hombre, querido Maikel, esto es un circulo, si tu a estas mujeres, las respetas, valoras y amas, ellas te regalaran, sabiduría, ternura y amor.
El escuchar hablar a Laura tan suave, pausado, hace que me sienta como un niño, tengo que cortar el debate, pierdo el control del tiempo.
.- Bueno chicos me voy, me pasaría toda la noche hablando con vosotros, hasta el alba, espero veros mañana.
.- Nos veras Maikel.
Responden los dos al unísono.
Entro en el albergue, me dirijo hacia la litera de Maria, estoy deseando verla, Maria esta profundamente dormida, son las cuatro y media de la madrugada, por el calor de la noche, con mucho mas calor en el interior del albergue, Maria esta con el short del pijama, la sabana solo le cubre la cintura dejando sus piernas descubiertas y hasta un poquito mas abajo de los pechos, cubiertos estos con un sujetador amarillo pálido, con el pelo recogido parece una diosa griega.
Suavemente le acaricio el hombro, tengo deseos de besarla, después de lo que me ha afirmado Laura estoy hinchado de vanidad.
Maria se despierta y dulcemente me da los buenos días.
.- Buenos días, ya es mi hora Maikel.
.- Si Maria.
Ella rápidamente con la sabana se cubre las piernas por pudor, le sonrío con respeto.
.- Te espero fuera Maria.
.- OK.
Después de media hora, aparece Maria en el umbral de la puerta, me levanto del murete donde la esperaba sentado y me lanzo, le doy un beso en la mejilla y me despido.
.- Hasta mañana Maria, buena guardia.
Ella con una sonrisa y con cara de sorprendida también me despide.
.- Hasta luego Maikel.
Son las nueve de la mañana, Maria ha estado de vigía hasta las seis y media, ha despertado al torpe de Juan, para que vaya preparando los desayunos, calentando la leche, montando la mesa con magdalenas, margarina, panes tostados, zumos en tetabrik y algo de embutido, para toda la tropa del campamento, usamos cubertería desechable es mas practico ademas de higiénico. Juan ha tenido la delicadeza de despertarnos a las nueve, algunos de los chavales llevan más de una hora despiertos, Juan les ha pedido que se alejen del albergue para jugar, para no perturbar nuestro sueño, hoy tenemos pensado ir al bosque de Oma, no tenemos prisa para salir, tampoco para regresar.
Once de la mañana cogemos el autobús para bajar hasta Bermeo, desde aquí saldremos para Gernika en este pueblo nos acercamos a ver la casa de juntas con su famoso árbol que simboliza las libertades tradicionales de Bizkaia.
Al igual que el día anterior nos acercamos a un supermercado para comprar el pan, refrescos, embutidos y conservas, en las campas del parque Europa, comemos y descansamos, también es el momento para revisar las cámaras fotográficas, otros corren y juegan, los chavales son incansables.
Son las tres de la tarde nos acercamos a la parada de autobús para ir a Kortezubi y acercarnos a los bosques de Oma. El creador de esta obra, Agustín Ibarrola, un genio, un año antes tuve la suerte de disfrutar de la obra de este artista, el rompeolas de Llanes (Asturias) al igual que el bosque de Oma, es una obra destinada a la contemplación de sus formas y colores que cambian a cada momento con la luz.
Es hora de hacer el viaje de regreso con transbordos de autobuses para poder llegar al albergue, hora de llegada a nuestro refugio las nueve y media de la noche.
En el albergue, igual a la de la noche anterior, se reparten las tareas con los chavales para montar la cena, risas, gritos y alborotos. Estoy deseando de que todo el mundo se vaya a sus literas, esta va a ser nuestra penúltima noche, ya tengo ganas de regresar a Madrid, para ver a mi novia, por otra parte estoy deseando de ver a Jon y Laura, tampoco tengo ganas de despedirme de Maria, en mi cabeza lo que tengo es un lío de sentimientos. Me ha vuelto a pedir Maria que realice la guardia detrás de Juan, voy a reconocer públicamente que Juan a pesar de ser un hombre torpe o despistado, tiene una virtud de ser un hombre noble y justo, habiendo cedido Maria y yo, para que el realice las primeras horas de guardia, el ha disfrutado de horas seguidas de sueño sin interrupción, Juan nos ha recompensado con las guardias mañaneras.
Vuelvo a repetir la misma instrucción de la noche anterior, esperando que me despierten a las dos o tres de la madrugada, estoy agotado espero conciliar el sueño rápidamente. Son las dos y treinta minutos de la madrugada, me despierta Juan con su brusquedad característica, me refresco la cara con agua fresca, el calor dentro del albergue es sofocante, salgo al exterior, le doy las buenas noches a Juan, enciendo un pitillo, le sugiero a Juan que se vaya a dormir nos despedimos, el detalle de la mañana anterior ha echo que tenga un mejor concepto de este hombre.
Voy hacia el camino que pasa al lado del albergue, por donde estas noches he tenido la suerte de pasear con Jon y Laura, los busco con la mirada no los veo.
.- Pues vaya no están, me han dicho que hoy también vendrían, que poca palabra tienen.
En este soliloquio en voz baja me encuentro cuando al mirar detrás mió, me encuentro a Jon.
.- Ya no me cojes de sorpresa Jon.
Verle me alegra y mi expresión es de agradecimiento por venir.
.- Maikel después de tres noches juntos no vamos a sorprenderte siempre, has dudado de nuestra palabra y aquí nos tienes, contigo.
Me recrimina Jon me ha escuchado dudar de su palabra y mi falta de confianza.
.- Jon eso de que aquí nos tienes de momento estas tu falta Laura.
.- Maikel, Laura esta detrás de ti.
Miro detrás de mí y me sobresalto esta pegada a mi espalda, han vuelto a asustarme y he conseguido que otra vez se rían de mí.
.- Buenas noches Laura.
.- Buenas noches Maikel.
.- Hombre de poca fe y falto de crédito.
Me recrimina esta vez Laura.
.- Maikel acuerdate de lo que hablamos ayer, mañana Maria te dará su regalo, no fuerces ninguna situación todo esta establecido y escrito en el universo.
Laura, me refresca la memoria de la conversación que tuvimos la noche antes.
.- Entonces ya no os veré más.
.- Mañana va a ser la noche de Maria y tuya, será privada sin testigos, Maikel nosotros no te vamos a dejar nunca ademas hay mas gente contigo que te cuidan, ademas de tus familiares, siempre te estaremos protegiendo.
.- Laura, Jon, debéis tener por seguro que nunca os voy a olvidar, que pena que los chavales y mis compañeros no os hayan conocido.
.- Maikel, tienes que ayudarnos a aliviarnos de estas penas, a Laura y a mi, tu vives en Madrid.
.- Si también Maria, Juan y los críos que nos acompañan.
.- Ya lo sabemos Maikel, pero solo tu eres el único que puedes aliviarnos de nuestros problemas.
.- Maikel Jon te va a pedir un favor para los dos.
.- Todo lo que yo pueda hacer y este en mi mano os lo voy a hacer.
Jon me mira y con una sonrisa empieza a explicarme el favor que tengo que realizarles.
.- Maikel cuando llegues a Madrid, tienes que localizar a Joseba Martín Erauzkin y también a Nekane Reyes Vázquez, eran nuestros compañeros y nuestras parejas, actualmente han reiniciado por separado sus vidas en Madrid.
Miro a los dos y con cara de sorprendido les informo.
.- Es que no conocéis los teléfonos móviles, el correo electrónico, con lo fácil y rápido que es estar conectado hoy en día.
.- Ya lo sabemos, conocemos esos avances tecnológicos.
Salta Laura, desde atrás mío, con una aseveración y energía que me han sorprendido.
.- Maikel ya conocemos los avances en tecnología, también conocemos los que están por llegar.
Continúa Jon con su exposición.
.- Maikel localiza a estas dos personas en Madrid, por favor, hazlas saber que has hablado con nosotros dos, diles por favor que entre Laura y yo nunca ha sucedido nada, que solo éramos compañeros de trabajo y de viajes, que hagan lo que hagan , estén donde estén, siempre les acompañaremos, siempre les querremos.
.- Jon, Laura, de acuerdo, pero ellos me van a pedir una prueba, una foto, algún detalle que confirme que yo os he visto y hablado.
Entonces Jon empieza a relatarme detalles, algunos según el son momentos y situaciones intimas vividas con esta mujer Nekane Reyes Vázquez, cuando a el le parece que ya ha concluido, lanza un suspiro al haber recordado tan buenos momentos que ha compartido con esta mujer.
Jon hace un gesto con la mano a Laura para cederle la palabra y esta, Laura, hace lo mismo que su compañero, me da detalles de hechos también vividos con su antigua pareja, Joseba Martín Erauzkin.
La tarea que me han encomendado mis nuevos amigos nocturnos, no me parece difícil, cuando llegue a Madrid veremos si no se complica.
.- Jon, Laura, lo haré tendréis que darme una dirección o teléfono para comunicaros lo que estas personas me digan o contesten.
.- No hace falta Maikel, en cuanto se lo digas nosotros también lo sabremos, recuerda Maikel siempre estaremos protegiéndote.
Es Laura la que me responde con su voz tan dulce y musical es imposible negarse o llevarle la contraria.
.- Laura ayer me afirmaste que Maria me iba a hacer un regalo, lo hará mañana.
.- Maikel si ayer te lo dije, hoy te lo afirmo, tú no fuerces nada, déjate llevar, déjate seducir, lo que suceda aquí en Matxitxako, lo vas a recordar toda tu vida, este lugar es mágico.
El tiempo que pasó en compañía de Laura y Jon, transcurre rápido no soy consciente, siempre me paso de mi tiempo de guardia.
.- Jon, Laura, hace mas de media hora que tenia que haber despertado a Maria, mañana es la ultima noche que pasemos en Matxitxako, tenéis razón este lugar es mágico.
Laura y Jon sonríen y con sus cabezas me hacen un gesto que aseveran mis palabras.
-. Voy hacia el lecho de Maria, hasta mañana amigos.
Dentro del albergue, me siento en el borde de la litera de Maria, que sexy esta dormidita me dan ganas de comérmela, antes de despertarla la observo, esta dormida con la misma postura y formas que la noche anterior, inconscientemente le doy un beso en la mejilla, ella abre los ojos, me mira y me sonríe.
.- Buenos días Maikel, ahora me levanto, espérame fuera.
Sentado fuera espero a Maria unos veinte minutos para poder irme a descansar.
.- Buenos días Maikel , vete a dormir que llevas mas de una hora hecha sobre tu guardia.
.- No importa Maria se me han hecho cortas.
.- Hasta mañana Maikel.
Al pasar por su lado me coge del brazo, me da un beso en la mejilla, la miro, me sonríe, me guiña un ojo.
.- Hasta luego Maikel.
Son las nueve de la mañana, el desayuno y las viandas están listos para que repongamos fuerza, el plan que tenemos para hoy acercarnos a Bilbao, no seria licito estar en Bizkaia sin haber visto el museo Guggenheim. En el campamento hemos decidido tomarnos todas las excursiones con calma, con especial atención a los horarios, de transporte.
La jornada en Bilbao es muy interesante, el Guggenheim es impresionante, a mí y a la mayoría de mis compañeros nos ha impresionado más el edificio que el contenido, Bilbao es una ciudad donde tiene que ser difícil perderse.
Hoy comeremos en un bar, del casco viejo, (Las siete calles) la comida la haremos a base de pintxos, cocina en miniatura, es un placer para la vista y sobre todo para el paladar, que grandes cocineros se han creado en esta tierra. Tengo que volver a esta ciudad con mi novia, para descubrir la vida nocturna de Bilbao, nos harían falta mas días para descubrir los encantos de esta ciudad, tenemos que ir regresando a Bermeo, para poder coger el último bus que nos acerque al albergue.
La llagada al albergue es la rutina de noches anteriores, con la diferencia que esta va a ser la ultima noche que pasaremos todos juntos, los chavales se intercambian correos y teléfonos, cinco noches de campamento han servido para que gente de diversas formas de ser y pensar, se unan y compartan cinco días de historia juntos.
Maria se acerca a mí y me dice.
.-Maikel esta noche te despierto yo.
.- Pues entonces Maria son ahora las diez de la noche vete a descansar, entre Juan y yo vamos a controlar a toda esta tribu de chavales para que hagan el menor ruido posible.
Juan que esta sentado a mi derecha, entra en la conversación.
.- Maria yo te despertare, a las tres, vete a descansar que a estos ya los controlamos nosotros.
.- Bueno chicos voy a seguir vuestras sugerencias, hasta luego.
Son las doce de la noche y todo el campamento esta instalado en sus literas.
Mi pensamiento esta en los augurios de Laura, esta noche Maria me hará un regalo, estoy tan cansado que la emoción dudo que me deje dormir.
Las cinco de la madrugada, Maria me ha despertado de una forma que ha hecho que me incorpore bruscamente, dándome un beso en los labios, por esta acción he dado un cabezazo en la litera de arriba, ella se ríe, tiene que aguantarse las carcajadas para no despertar a todo el albergue.
.- Te espero fuera Maikel.
Aturdido y como en las imágenes del cine cómico estoy frotándome la cabeza, le respondo con un gallo en la voz.
.- Vale.
Voy al baño me refresco la cara meto el morro en el grifo y echo un gran trago del agua de Matxitxako, otro sobresalto esta vez me lo da Laura, que ha aparecido detrás mió.
.- ¡Joder! que susto me has dado Laura ¿como has entrado? ¿Te ha visto Maria? ¿Te ha visto alguien? ¡No despiertes a los crios!
Laura con su dedo índice sobre los labios, con este gesto universal me pide silencio.
.- Ssssssiiiiiiiii, tranquilo, por favor no te olvides de los mandados de, Jon y mió, Maikel recuerda siempre estaremos a tu lado, déjate llevar, déjate seducir.
Laura me hace un gesto para que abandone el baño, antes de cruzar la puerta la miro, ella me guiña un ojo y me lanza un beso.
Salgo al exterior del albergue, ahora la situación a cambiado es Maria la que me espera sentada en el murete.
.-Buenos días Maikel.
.- Buenos días Maria, ya puedes irte a descansar, esta es la ultima noche que estamos todos juntos.
.- Ya lo se Maikel, por eso voy a quedarme un poquito mas, hace una noche tan bonita. En Madrid no voy a disfrutar de esta naturaleza, te voy a acompañar en tu guardia un ratito.
Enciendo un cigarrillo y le ofrezco otro a Maria, ella lo acepta le acerco el fuego de mi mechero, estoy nervioso, no se que decirle, ahora mismo parezco un niño delante de la profesora que le va a examinar.
Le sugiero que nos alejemos del albergue dando un paseo.
.- Maria te apetece dar un paseo, la noche es preciosa y calurosa.
.- De acuerdo Maikel, tienes razón que bien se esta aquí fuera. Dentro de poco estaremos en Madrid, empezar otra vez la rutina, Maikel, me alegra mucho el haberte conocido.
.- A mi también me alegra, sin ti hubiera sido imposible aguantar este campamento. ¿Maria por que me has despertado dándome un beso en los labios?
.- Me apetecía, ademas me ha hecho mucha gracia ver el golpe que te has dado con tu cabeza en la litera de arriba.
.- Maria, a mí ahora mismo también me apetece besarte, lo deseo, tengo ganas de besarte.
Sin saber como nuestras manos se buscan, se encuentran, estamos uno en frente del otro, nuestros labios se besan, nuestros cuerpos se unen, bebemos de nuestra pasión, la noche es hermosa, las estrellas y la luna, nos observan.
Son las diez de la mañana salimos hacia Bilbao para embarcarnos en el autobús que nos llevara de retorno a nuestro destino, Madrid.
Hace una semana que llegamos de Bermeo, he quedado conjuntamente con, Nekane Reyes Vázquez y también con, Joseba Martín Erauzkin para contarles lo que me pidieron mis amigos de Matxitxako, los dos se han extrañado de mi requerimiento, pero aún así han aceptado la reunión.
Nekane, Joseba y yo, quedamos en una cafetería céntrica de Madrid, les narro todo lo acontecido en las cinco noches que he pasado en el cabo de Matxitxako, transmito lo que me han pedido Jon y Laura.
Nekane y Joseba, no dan crédito a lo que yo les estoy revelando, en ningún momento les he parecido que sea un embustero o embaucador, mi mayor sorpresa es cunando los dos me informan que Jon y Laura, fallecieron hace mas de seis años, por un fatal accidente de trafico, en ese mismo lugar, Matxitxako.
Sucedió en invierno, regresaban a Madrid, trabajaban los dos en una empresa química en la capital, por sortear el alto de Sollube que se encontraba cerrado por nieve, decidieron dar un rodeo, ir por Bakio, por la costa, fatídicamente chocaron con un camión que estaba echando sal en la carretera frente al albergue.
Estoy solo en casa no dejo de pensar, por que he sido yo el elegido, por que se me han aparecido a mi estas dos almas afligidas.
Salgo al balcón de mi casa para fumar un cigarrillo, en la calle un grupo de niños y niñas juegan, corren y gritan, inhalo una calada al cigarrillo, mi atención se centra en una niña, la chiquilla que esta separada del resto de chiquillos que alborotan en la calle. Ella mantiene una conversación, gesticula y también se enfada, ella esta sola, habla sola, el resto de niños y padres no le dan importancia a este hecho, aquí tengo yo la respuesta a mis intrigas y pregunta, no es un don, ni poder, ni tampoco gracia, tan solo es ausencia de malicia, rencores y odios, con amor y gratitud a la vida, todo se ve distinto y se magnifica con los ojos de lo mas hondo nuestra alma.






Alvaro Villa Rey

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