Te hablo desde dentro sin que apenas me puedas oír. Pero queda poco para poder expresarte todo lo que estoy sintiendo y que ni si quiera puedo llegar a entender. Porque estas tan unida a mí pienso que tu puedas decirme algo para llegarlo a comprender. Tengo tantas ganas de poder verte, tocarte, sentirte, querrerte. El tiempo es demasiado largo. La espera es eterna. Creo que he salido un poco impaciente. Pero seguro que tu también lo eres. Mientras tanto pensaré en todo lo que quiero. Recuperaré tiempo perdido. No sé que piensas sobre todo esto. Es algo inexplicable, supongo que hay cosas que no se puede explicar solo tienes que sentirlas. Tomaré nota para un futuro.
No entiendo que ocurre hoy, me siento tan pequeño, tan débil, insignificante. Por muchas que sean las ilusiones que tengas por luchar sin fuerzas es en vano. Intento fallido. No me culpes por no conseguir ganar esta lucha. Traté y traté de hacerlo. Pero siento una barrera entre el querer y el poder. Esta impotencia es mortal.
Veo una estrella en el cielo, me consuela para que no llore más por ti. Y no sabía que tanto te hacía sufrir, que el estar ahí dentro era un estorbo para ti. Pero desde aquí arriba te perdono mamá.