Adiós, ahora sí que adiós.
Intenta no juzgar al azar, que disfrazado
levanta muros en su camino.
Intentar perder el miedo a las derrotas.
Deshacer ilusiones que levantamos
en errores cometidos, todo pasa,
y admitir que simplemente hemos vivido,
lo importante es lo de menos.
Limpiar la mugre de las ropas de nuestra vida,
que el viento trae nuevas glorias.
Esperar en la silla de parar el tiempo
a la sombra de la calma.
Sin prisas, observar a un lado del camino
como cambian las hojas de los árboles,
como cambian sus colores.
Sentir las cadenas que amarran
como viajero a su camino,
que no quiere abandonar,
del que nunca se termina de regresar...