Un día vi desde el corazón,
como el matiz de un reluciente amarillo,
se transformaban en color muerte,
pues sus palabras volátiles y explosivas,
punzaron con esquirlas los ojos de mi corazón.
Y qui?n fu? el osado o la osada que puso esquirlas en tus ojos.
Maldita sea su estampa, D. Visual.
Yo los coger? y los convertir? en agua para un barranco de despojos.