Hermosa metáfora vital.Bellos versos que a todos y cada uno de nosotros nos llevan inevitablemente a ese enorme árbol de niñez, que con el paso del tiempo o no es tan enorme o simplemente desaparece. Saludos cordiales
Preciosa poesía, me trae recuerdos de cuando era niña. Un árbol cerca de casa, permanecía espléndido y majestuoso, viendo la vida pasar, hasta que pasado el tiempo ya no está.
Un abrazo Voltereta.