Es un Puedo Pero No Quiero
El destino fue quien escribió nuestro camino, nadie me dijo que iva a acabar aquí escribiendo a alguien que no tiene constancia de ello, a veces la vida nos la juega con el amor, nos precipitamos peligrosamente a un vacío que no deja de ser oscuro y que se sitúa más allá de la soledad, a veces nos arriesgamos sabiendo que podemos ser derrumbados, pero somos impulsados por esa fuerza misteriosa que nos posee en esos momentos pequeños de felicidad, de esperanza de que algún día tú puedas leer esto. El deseo deja paso a los sueños, a esos sueños desenfrenados que de una forma o de otra, quieras o no te motivan por dentro. No sabemos cómo vamos a acabar ni tampoco con quién, tampoco sé lo que me pueda pasar mañana, no puedo asegurar a alguien que me abraze cuando las lágrimas me impidan avanzar, tengo tantas páginas escritas de amor que deseo con todas mis fuerzas destrozar pero a la vez conservar, sé que el amor es ciego, y que tal vez por eso hallas decidido pasar de verme, ya contigo no sé cómo hacerlo, mido mis palabras con cuidado para que no suenen cursis ni tampoco descaradas, me da miedo que veas que mis ojos brillan cuando tu pasas por delante, sé que no hay una forma posible de saber como acabaremos, pero sí sé que cada vez que te miro encuentro algo que hace que me gustes más y más, es un delicioso tormento, ese de quererte, porque sé que tú a mi no.
Por qué el amor es tan difícil, es un puedo pero no quiero, un sí a la vez que quiere decir no, un agujero negro, un sinfín de sensaciones, amor, amor, amor.
