Alguna vez te pedí a ti mundo feerico, que me regalaras una canción, ya que me la diste ahora no sé que hacer con ella...
Si suenan los trinos, a través de esa máscara, su nombre habrá de navegar...Profundo el aliento me ahoga, encierra, incontables perlas que cayeron de sus tibios labios como hiedras.
Ahora tendré que tragarlas ya que la faz no tiene velo...
La oscuridad alumbra en mi corazon herdio
no cabe nada...
solo es un grito desesperado
necesito ventilar mi alma
dejen entrar ese fresco aroma
necesito perdonar
solo asi sere libre
y esto dejara de doler
Me gusta tu texto. te regalo un deseo
el perdon que pide ayuda.
saludos.