Jorge
Una mano tendida cual motivo de esperanza intensifica el débil respiro de quien la observa, pues, en tal expresión cabe un acto de fe. Y, la aflicción se ve reducida, una vez contrapuesta a aquel gesto, a un estado de sanación. De fuerzas se ha nutrido el cuerpo que yacía en espera del efecto de compañía. Increíble don tiene el recuerdo, como bien dices, pues aunado al alma ve de nuevo con suma claridad mientras sigue dando pasos.
Un Saludo xhexs
12/03/11 05:03