Inquilino
Márchate. Recoge todo lo que tenga que ver contigo, quiero que quede como si jamás hubieses pasado por ahí. Empieza por las ilusiones que plantaste al llegar, que como podrás ver, al no dedicarlas la atención suficiente no han dado fruto. Puedes seguir con los momentos, los buenos y los malos. Pon especial atención en los buenos para que no me den ganas de volver a abrirte las puertas. Por tus palabras no te preocupes, hace ya meses que se las llevó el viento. Todas las promesas, rotas, recoge los pedacitos y llevátelas también. Limpia antes de irte, no quiero que quede ni tu aroma. Hasta ahora no hemos hablado de fianza, pero has roto demasiado como para que te la devuelva. Adios, procura no volver a pasar por aquí nunca, ni te acerques, habrá nuevos inquilinos y no quiero que lo estropees.
