Atormentada por mi Misma
- ¡Estoy cansada!
- ¡Y crees que yo no!¡Vamos, sigue corriendo o nos alcanzarán!
- ¡Todo esto es culpa tuya, yo no quería que esto ocurriese!
- Ahora no me mientas, siento lo mismo que tú, ¿no querías librarte de ella?¡Pues lo hemos conseguido!
- Pero no de esta manera... yo no...
- ¡Corre!
- ¡Yo no quería que hiciesemos esto!
- No me metas en esto, tu cuerpo es tan sólo tuyo, yo sólo estoy en tu mente.
- ¡Tú me controlabas! ¡Yo no recuerdo lo que ocurrió!
- Te lo contaré luego, ¡pero corre!
- ¡No! ¡Quería librarme de ella y te pedí ayuda pero ahora no vas a adueñarte tú también de mí!
- ¡Aún no lo entiendes! Yo no entré en tu mente cuando me lo pedistes, ¡yo ya estaba ahí!
- ¿Cómo...?
- Eres realmente estúpida, creía que lo asumirías mejor. Tu y yo no somos dos personas diferentes, somos la misma persona.
- ¡Eso es mentira! ¡Puedo verte, puedo oírte!...
- ¿Y puedes tocarme?
Lancé un puñetazo hacia su cara que se perdió en el aire.
- ¿Cómo...?
- No puedes porque no existo, soy tú, soy tus mas ocultos deseos y sentimientos.
- Pero tu... tú eres horrible.
- ¿De verdad? No me habia dado cuenta, ¿te habías dado cuenta tú? ¿o tan sólo decidistes dejarte llevar? Eres débil, yo siempre fuí la parte fuerte que necesitabas, soy mas poderosa, mas inteligente y más valiente que tú, soy superior a tí, y me necesitas.
Lancé otro golpe, esta vez con el cuchillo en la mano,hacia su cara. Desapareció, noté un golpe en mi cara.
- ¿Cómo, si yo no puedo tocarte a ti...?
Cómo respuesta, noté a mi puño desplazarse contra mi estómago, en un golpe que me quitó la respiración.
- Yo soy tu idiota, tu cuerpo es el mío, y ahora te controlo.
- No...
Me paré en seco, estaba asustada, ella intentaba hacerme correr, y cada poco daba un paso, cada vez mas juntos entre ellos...
- ¡No! ¡No vamos a andar! ¡Ellos van a acabar contigo!
- Sólo estas tú, ahora sólo me tienes a mí.
- ¡No! ¡No quiero tenerte a ti tengo que librarme de ti!
- ¡No puedes! Yo no existo
- Solo hay una manerera de acabar contigo...
Con mucho esfuerzo por la resistencia de ella clavé el cuchillo en mi cuello.
- ¡No! ¡Para! ¡Estáte quieta!
Su voz se iba apagando mientras la sangre corria por mi pecho, sentía un ardor reconfortante en la herida que me había infligido, ella estaba muerta y ya no podía hacer más daño. Caí al suelo en un charco de mi propia sangre, o la suya quien sabe. Por fin, pude morir contenta.
-
Mejorana
Magn?fico di?logo Yodyastorga.
Me ha encantado.
Muy espont?neo y muy natural.
Un poco triste el final.
Yo amo a todos los yos que soy.
Te felicito.
23/11/08 02:11
-
Yodyastorga
gracias mejorana, yo no a todos, tengo que mejorarlos
Un saludo
23/11/08 10:11
-
Zien
Me pareci? espectacular, me encanta como abordaste el tema, es justo como me gusta. Un abrazo yodyastorga
25/11/08 04:11
-
Yodyastorga
gracias zien
25/11/08 04:11
