11-m♥
Recuerdo ese día, en el que ninguno de los dos pensaba que fuera el último, el 11 de Marzo.
Todo comenzó con una llamada, la llamada que significaría un cambio de vida; nos iríamos los dos juntos a Barcelona, empezaríamos desde cero, sin que nada ni nadie se interpusiera entre nosotros.
Aun recuerdo el día de dejar Madrid, el día que nos acercamos a la estación de Atocha, dejando cantidad de recuerdos atrás.
Nos subimos al vagón, dejando atrás la capital. Recuerdo tu gesto al lanzar un bostezo al cristal, esa nuve de vapor que se dibujo en él y en la que dibujases un corazón con la yema de los dedos y que justo en ese instante captamos con la mirada el baile de unas golondrinas danzando al compás del viento pasando en ese momento tras el corazón plasmado en el cristal por tan solo treinta segundos. Te inclinaste hacia mí y me dijiste que yo era la única razón de tu vida.
De repente, notamos un brusco movimiento, un tremendo estruendo, con solo notarlos, pronto supimos que cambiarían nuestras vidas, orientándolas hacia el mismo destino. Recuerdo al abrir los ojos todas las caras con la misma mirada de sufrimiento y terror reflejados en todos y cada uno de los pasajeros. Te busqué con la mirada hasta que por fin te encontré. Estabas a mi izquierda, derramando una lagrima de sangre. Los dos sabíamos que íbamos a morir, pero no estábamos nerviosos, ya que siempre me recordabas que cuando morimos pasamos a la Eternidad, pero que en un momento hasta la misma muerte morirá. Moriríamos, pero lo haríamos juntos, y cogidos de la mano. Presentí que me quedaba poco tiempo de vida así que lo último que quise hacer fue acariciarte regalándote el beso más profundo que mis labios pudieron otorgar
Zelda12 de octubre de 2011
