La memoria retiene el pasado y retroalimenta el presente,
Provoca los miedos y suministra estadios a la pasión,
Fomenta la virtud, el afecto, la pasión y el defecto del alma.
Gobierna los recuerdos y permite la subsistencia del amor.
La memoria aviva el fuego y el encendimiento de la sangre,
Se hace eco de las señales exteriores y reaviva el ardor de la pasión.
Templa los deseos impuros de la razón y sosiega la excitación venérea,
Provoca impulso hacia ciertos seres y sugestiona a la locura.
Manifiesta extrañeza por lo hermoso y apetito por los bajos instintos.
La memoria declara su intención de poseer,
De exponer públicamente su ansia de extasiarse,
La memoria es aliada de las preferencias vivas del cuerpo,
Y se muestra favorable a la unión sexual y al goce.
Mi memoria se manifestó en contra de mi facultad de discurrir,
Y juró ante el mismísimo Dios que no iba a olvidarte,
Mi memoria se reveló contra mi facultad de decidir
Y reconoció solemnemente que te reinventaría cada noche,
Mi memoria me incita a que te imagine a cada instante,
Y puso de manifiesto su intención de no borrarte jamás.
Mi memoria perdió la razón y se volvió imprudente
El día en que, sugerentes, tus piernas acariciaron mi piel,
Y desde entonces no poseo juicio sobre mis actos
soy imprudente e irracional, un animal deseoso de tus efluvios.

ZucetteSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos