Todavía lloramos.
Y que bueno que así sea.
Las lágrimas rara vez hacen mal.
Son siempre un catarsis, una liberación,
una forma de decir que nadie es auto-suficiente.
En ésta confesión de franquez...
Y ahí está de nuevo ella,
entera pero triste,
como una vulgar plebeya,
que de sonrisas sus penas viste.
Amoratada por su culpa,
por una pequeña equivocación,
por no quitar al zumo la pulpa,
u...
Hoy tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero temperamentos más cortos y puntos de
vista más estrechos. Gastamos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes pero familias
má...