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Angels Vs Demons

Por cada demonio que caía en pedazos al suelo, parecían aparecer 100 más. Todos hambrientos y deseosos de obtener un trozo de “Ángel”. El circulo que formaban a nuestro alrededor se estaba volviendo cada vez mas estrecho y sus ataques mucho mas difíciles de repeler.
-¡Vamos Lassiter!-cada vez que intentaba bajar la espalda y entregarme a las lanzas del enemigo Annick gritaba justo en mi oído-No vine detrás de ti para morir así
Era como recibir un pequeño electrochoque, que me hacia levantar los brazos y empuñar con fuerza nuevamente mi espada, las fuerzas volvían a mi e incluso mis reflejos se agudizaban de nuevo. Pero duraban poco en cuanto reconocía el modo y las circunstancias… La muerte era la única salida de aquí.
-Piensa en ella maldita sea, Lassiter-Baje la cabeza, negando lentamente.- ¡No seas cobarde!
Cedí simplemente con una maldición ante los golpes, soltando la espada y cayendo de rodillas al suelo. Estaba al límite de mis fuerzas y con la resignación latente de que aquí encontraría mi tumba y mi muerte, en medio de toda esta podredumbre.
-¡Arriba, Lassiter!
Annick continuaba aupándome una y otra vez mientras mantenía su lucha ahora por ambos: Esquivando golpes, propinando estocadas y luchando por recuperar mi espada… Todo al mismo tiempo. Con la cara maltrecha le sonreí, toda una vida yo la había cuidado y protegido de “Lo malo” Ahora era ella en los últimos instantes quien daba todo por mi. ¿Alguna vez le había agradecido por permanecer conmigo a pesar de todo?
-Nunca lo has hecho, Lassiter Ivashkov-Una voz masculina, se elevo por encima de los ruidos de guerra- Pero bien podrías hacerlo ahora, antes de que una de estas bestias te arranque la cabeza.
Ángeles y demonios nos detuvimos al mismo tiempo, buscando el dueño de esa voz.
-Aquí estoy-Con tono arrogante puntualizo en medio del círculo un sujeto alto, con traje de raya diplomática y sombrero. Su mirada era penetrante-¿Sabes? Me resulta ilógico que Fairuza te haya escogido a ti. Apestas a cobardía.
-Te mataremos a ti también.
Annick dio un paso al frente, yo me puse de pie y la jale del brazo para guardar distancias.
-Cuida tu lenguaje, Annick Ivashkov-Los demonios a nuestro alrededor comenzaron a alejarse en medio de chillidos desgarradores-Permítanme presentarme.-Con una ridícula reverencia se retiro el sombrero alternado su vista entre mi hermana y yo-Soy Lasher Mayfair, se con exactitud que han venido a buscar.
Aproveche el espacio para recuperar mi espada. Annick me miro y yo a Lasher. Sus palabras resultaban… ¿Interesantes? No había garantía de su certeza.
-¡oh! por favor, Lassiter-Una jocosa risilla acompaño su parafraseo, si yo apestaba a cobardía el apestaba a arrogancia-Mira a tu alrededor, si no fuera por mi intervención tu y tu hermana estarían siendo comida de buitres infernales.
Los demonios chillaron como protestando, y entonces me percate de ello: parecía que una barrera invisible detenía a demonios y proyectiles. Estábamos seguros… Al menos por ahora.
-Exactamente-Aquel espíritu respondió de forma automática, Yo fruncí el ceño-Demonio, para ser exactos, Lassiter.
-Suficiente-Lo señale con mi espada, hablando entre dientes-Sal de mi cabeza.
Por toda respuesta, se rio con sorna. Comenzaba a irritarme su presencia.
-¿Qué quieres, infeliz?
Annick dio de nuevo un paso al frente, Lasher dejo de reírse y volvió a retomar su postura arrogante. Introdujo la mano dentro de su abrigo y nos miro a ambos sin decir nada por unos momentos.
-Presta atención, Lassiter. Antes de que me harte y los deje morir.-Una fina cadena con eslabones de oro colgó de su dedo índice, al final de esta se balanceaba la gema de ámbar que le había obsequiado a Fairuza la ultima vez que le vi con vida.-Cuida con tu vida esta gema, y asegúrate de que llegue intacta a manos de Rowann.
Asintió con la cabeza y yo avance con lentitud hasta tener la gema en mis manos. ¿Qué había en este collar tan especial?
-Aquí en esta joya, esta el alma de Fairuza… Cualquiera que sea la conexión con esta joya es tan fuerte que prácticamente su alma se ato a el.-Me sonrió y al notar mi expresión de molestia, volvió a reír-Es inevitable… Cuando Rowann Lo tenga, te dirá que hacer.
Apreté la gema en la palma de mi mano mientras respondía con un ligero “si”… Esto sin duda era un giro completo en esta encrucijada. ¿A favor o en contra? Ya lo veríamos.
-Es una trampa, Lassiter-Annick intento arrebatarme la joya-Demasiada gentileza de parte de un demonio, seguro quiere algo a cambio que no tenemos en nuestro poder.
-Muy suspicaz, niña-Aquella figura comenzó a desvanecerse, pero su voz se mantuvo audible-Aquello que deseo lo obtendré de otra persona… No te preocupes por ello.
Nos miramos ella y yo, con el ceño fruncido… El escudo se mantenía a nuestro alrededor.
-Les sugiero que corran-Lasher hablo nuevamente-El escudo no durara mucho pero a donde quiera que vayan les seguirá, los protegerá hasta llegar a la salida.
Luego silencio total y más chillidos ensordecedores. No hizo falta que agregara nada mas, Annick y yo corrimos hasta que la luz de la salida nos cegó y los pulmones ardientes demandaron aire.
Nattyka13 de enero de 2012

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