Aqui me encuentro, a un día de fulminar un año que tuvo sombras y luces, algo que ha cambiado todo para volver a dejarlo de la misma forma pero diferente sitio, hago balance y no saco nada en claro.

Primero fuiste un sueño imposible que se iba acercando, luego pasaste a ser una ilusión delicada que se escurría como el viento entre mis dedos, para continuar siendo una sorpresa que lleno de colores, lo que jamás había imaginado, todo lo que yo no esperaba.

ASi conseguiste que mi año comenzase con magia, con fuego y con amor, fuiste angel para cuatro meses después pasar a ser demonio, lo que antes era cielo paso a quemarse en las llamas del infierno en el que tú me dejaste.

Lo siguiente ha sido el lento descenso a la locura para recuperar la cordura a tiempo de no estrellarme completamente, invadido por la autocompasión, sumergido en el aroma de tus besos que tanto he sentido, tratando de aceptar que según tú había sentimientos pero que para tí fueron más importantes tus proyectos, cuando todo hubiera tenido lugar en nuestra vida, una vida juntos.

Y ahora, que tu imagen no me tortura, que intento abrir puertas hago balance, me gustaría pedirle al nuevo año vivir en el limbo, algo de estabilidad en todos los sentidos porque como todos los mortales, ningún trabajo está a salvo y la sombra de un contratiempo nos sobrevuela, así que pido quedarme como estoy, para poder crecer, no deseo riquezas ni nuevos amores, solo no recibir más empujones.

Fuiste Lo mejor y lo peor de mi año, ahora en este nuevo, deseo que seas pasado.

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